«El Chivi» no es para nada un personaje desconocido. Los que pasamos la infancia en los 90 e inicios de los 2000 hemos cantado sus canciones. Letras graciosas y llenas de carga sexual que hacía que el público juvenil las cantara en grito.
José Francisco Córdoba (El Chivi) fue de los primeros fenómenos virales que tuvimos en España. Los vídeos de sus canciones cuentan con millones de reproducciones y es raro que alguien no se sepa al menos una de sus letras.
Su andadura como «pornoautor» comenzó mientras estudiaba la carrera de Derecho. Durante este tiempo componía canciones en tono de humor sobre sexo que como era de esperar captó la atención de muchos jóvenes que hoy en día lo recuerdan con nostalgia.
«Radikal» fue su primer disco y con el que se dio a conocer en Madrid. Tras comprobar que «El Chivi» es altamente popular entre muchos sectores de la juventud, José decide darle salida e invertir en el que fue el disco de sus mayores éxitos «De cantautor a pornoautor». Grandísimos recuerdos.
Si El Chivi triunfó y triunfa (los que lo descubren ahora se rinden a su ingenio) es por su absoluta falta de tabúes y pelos en la lengua. Ácida crítica y sátira se mezclan en sus letras y dan como resultado un humor transgresor y para nada casado con lo políticamente correcto. No dudamos que si «El Chivi» hubiera salido en estos tiempos hubiera tenido una gran legión de «haters» y «ofendiditos» en plataformas como twitter o youtube. Aunque sin duda encaja en el tipo de humor que hacen en «La resistencia» y «La vida moderna».
No es para nada descabellado afirmar que gracias a canciones del Chivi se normalizaron ciertos temas en los adolescentes noventeros, como la homosexualidad. «El abuelo es gay» es un temazo en el que cuenta como descubre la homosexualidad de su abuelo. Mi favorita y la de muchos, castigos miles los que me llevé por cantar esto en mi colegio de monjas, pero oye «haters gonna hate».
Por supuesto ponemos la canción original, hubo una remasterización de 2014 pero no es lo mismo. Queremos la esencia de antaño.
Mucho hablamos en estos lares de normalizar las vaginas. Bueno, pues nuestro pornoautor ya lo hice allá por los 2000 con su canción «coños». Miles de tipos de coños, todos merecedores de cariño y orgasmos.
También había espacio para lo gore. «Necrohistoria de amor» es de ese tipo de canciones en las que si te ríes te sientes mal. Pero no puedes evitar hacerlo.
Obviamente hay que entender que esto es HUMOR y que no cabe gente con la piel muy fina por estos lares. Para bien o para mal El Chivi pertenece a la adolescencia de muchos de nosotros y hemos pasado muchos buenos ratos cantando y escuchando sus canciones.
Hay que decir que José Córdoba también hace canciones fuera de esta temática. Pero en este artículo hemos querido rescatar algunos de sus greatest hits, la poca vergüenza y la absoluta falta de tabúes que a veces la hacen falta a esta sociedad.
Más Chivis y menos twitter que tenemos la piel muy fina. A reírse y a coleccionar corridas que es lo único que nos vamos a llevar al otro lado. Salud, orgasmos y mucha mucha libertad amigos. Y que viva el Chivi por siempre.
Hola! Excelente descripción del Chivi, soy de Montevideo, Uruguay y allá por los 2000 llegue a descargarlo de Ares por error, y vaya virus! Virus que me acompaña hasta hoy siguiéndolo y estando en contacto gracias a las redes! Que viva siempre el artista liberado de tabúes o carente de “retoques” para la farándula!, pero lleno de talento para hacernos (entre mil emociones más) pensar, reír o amar! Salú Jose! Salú sexomandamiento!