Puedes comprar la vagina de tu actriz porno favorita por unos 50 euros. Cómo avanza todo gracias a Internet, ¿eh? Para todos aquellos cuyas fantasías se multipliquen viendo a alguna profesional del cine X hacer su trabajo, una empresa norteamericana asentado en tierras andaluzas tiene la solución: puedes pedir una réplica exacta, de materiales plásticos, de la vagina que tú quieras, para tu pleno uso y disfrute.
La firma de esta ingeniosa idea es de Fleshlight International, una empresa especializada en crear réplicas artificiales del sexo femenino, hasta el punto de que en 2013 vendieron 1,1 millones de sus particulares productos, generando 28,6 millones de euros a lo largo de todo el planeta, según El Mundo. El origen procede de un matrimonio americano, los Shubin, que se ha afincado en la localidad sevillana de Dos Hermanas, donde tienen una fábrica de la que parten vaginas hacia todas direcciones.
En 2013 fabricaron 338.000 masturbadores masculinos, puesto que al fin y al cabo esa es la función de estos artículos, con la forma de la vulva de 15 actrices porno que accedieron en su momento a que se hicieran modelos calcados al de esa parte de su anatomía. Eso sí, se llevan el 12,5% del importe de cada venta. No es mala forma de aumentar sus ingresos, desde luego.
Vulvas personalizadas
La mayor parte del negocio está encaminado a los varones heterosexuales, aunque también parte de su producción son penes, encaminados al sector femenino u homosexual. Para el pleno gozo de estos juguetes sexuales, cada comprador recibe un lubricante, que asegura un disfrute todavía mayor.
En el almacén hay réplicas de los genitales de las siguientes actrices, así que el consumidor no tiene más que mirar en la web de Fleshlight para elegir su vagina favorita. Tera Patrick, Carla Cox, Jessica Drake, Teagan Presley, Stoya, Lisa Ann, Kayden Kross, Jenna Jameson, Jenna Haze, Tori Black, Katsuni,Riley Steele, Jesse Jane, Bibi Jones, Asa Akira, Christy Mack, Alexis Texas, Tanya Tate, Eufrat Mai, Suzie Carina, Angela White, Marry Queen, Nina Hartley, Ariel, Misty Stone y Joanna Angel son las chicas cuyo sexo puedes tener en casa para utilizarlo tantas veces como quieras, o necesites.
La brillante idea se le ocurrió a Steve en 1995, cuando Kathleen, su esposa, se quedó embarazada de riesgo: adiós relaciones sexuales durante nueve meses. Desesperado, le pidió a su hijo mayor que hiciese un molde artificial de la vagina de su señora. Y de Texas a Sevilla, donde está su cuartel general y tienen una plantilla de 30 personas a su cargo.
El negocio va bien, con promociones tan curiosas como que por el cumpleaños de Alexis Texas, los productos que imitan su anatomía íntima tenían un 25% de descuento. Con este tipo de oportunidades, como para no animarse. Esta compañía comprende que sus clientes pueden pedir discreción en su compra, así que ofrece envíos privados y formas de pago que impidan que se entere quien no deba.
Polímeros, aceites minerales y colorantes componen estas vulvas de mentira, pero que tanto acompañan a hombres de todo el globo terráqueo. Los ingredientes exactos son secretos, por aquello del espionaje industrial, pero estos masturbadores también pueden usarse en pareja, para aumentar el placer para ambas partes.
¿Qué te parece la idea? Por unos 40-50 euros, depende de si tienes suerte y pillas alguna oferta, puedes encontrar respuesta a tu soledad y fantasías, acercándote un poco más a esas estrellas del cine para adultos, que ya no estarán en el ordenador, sino que las tendrás más a mano…o a pene.