Slamming: sexo y drogas, pero falta el rock and roll

Las bacanales modernas se llaman ‘slamming’. Los hombres tenemos cierta propensión al descontrol, a no mirar la hora cuando hay sexo de por medio, a dejar la mente en blanco en la búsqueda, quizá imposible, del zenit del placer, de la culminación de días y días rozando la delgada línea que separa la vida y la muerte, el éxtasis divino del éxtasis divino de la dulce condena al sueño absoluto por traspasar la frontera de los límites humanos.

Como casi todo, el slamming solo se practica en las grandes ciudades. Por el momento, en España, es Madrid la capital de estos juegos de fornicio y drogas. Llegar hasta el dealer que consiga las drogas pertinentes es complicado, no tanto contactar con hombres que quieran compartir cochambre y estupefacientes. Los chats son el lugar por antonomasia donde se pueden encontrar parejas para llevar a cabo el slamming.

MDMA, Metanfeta y Mefedrona: un cóctel fatal. (Fuente: Independent)
MDMA, Metanfeta y Mefedrona: un cóctel fatal. (Fuente: Independent)

El slamming no es más que aunar aquello que a una madre no la gustaría que su hijo practicase: el sexo homosexual y la drogadicción. Dos o más hombres se buscan para mantener buenas raciones de sexo desenfrenado. No son raciones normales, de un ‘venga, ya nos llamaremos’. Son raciones que desbordan el plato más hondo jamás fabricado. Son polvos que duran horas, días, incluso, me atrevo a decir, una semana. ¿Cómo se consigue durar tanto tiempo? La respuesta es las drogas.

El MMA, la Mefedrona y la tina (Metanfetamina) son el cóctel molotov que nuestros protagonistas de hoy usan para acariciar las puertas del cielo dionisíaco. Penes, jerenguillas, dildos, eyaculación, cristal, películas, arco iris, calor, sudor y parraque. Todo ello con descansos inútiles, porque no se sienten cansados, solamente algo fatigados, dispuestos a un gramo más para poder sobrellevar la trigésimo primera hora encerrados en el cuarto del pecado.

Esto es lo que pasa si te drogas: te conviertes en un híbrido de Don Limpio, Gravesen y Kiko Matamoros. (Fuente: Youtube).
Esto es lo que pasa si te drogas: te conviertes en un híbrido de Don Limpio, Gravesen y Kiko Matamoros. ¡No te drogues! (Fuente: Youtube).

La Mefedrona aka ‘Mefe’, se usa para inhibir la erección del hombre pasivo. Las tres aumentan la presión arterial, producen calor y una mezcla extraña entre apetencia sexual y desgana. El objetivo es correrse como sea con ‘mefe’ en la sangre, una tarea titánica. El fisting (introducir el puño) es otro de los juegos típicos a practicar para ‘estimular’ o para jugar a ser Moisés dividiendo en dos el Mar Rojo. Además, estas drogas mezcladas con popper o viagra pueden producir la muerte.

Un elemento que nos apasiona y otro que no tanto. En Matemáticas nos enseñaron que entre un positivo y un negativo, vence el negativo, y en el slamming es exactamente lo que ocurre. Desde El Sexo Mandamiento les recomendamos que disfruten del sexo de manera responsable, si es posible, algo de lo que no cabe duda, sin utilizar drogas de por medio que puedan ocasionar sustos o severos problemas con difícil remedio. El sexo, mejor sin drogas, y sí con mucho rock and roll.

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