Terminamos la entrevista a la profesora de danza Farah Diva con esta tercera entrega, en la que hablamos del erotismo en la danza. Si no has leído las anteriores, aquí tienes la primera parte y la segunda.
¿Cómo llegaste tú al mundo del burlesque?
Pues mira, siempre recuerdo un anuncio, creo que era de Telefónica, que decía: «Tu vida puede cambiar en cinco minutos». Yo no estaba destinada a bailar para nada y, al final, probando es como descubrí el baile, osea, como me decidí a dedicarme a bailar. Y el burlesque también. Yo me dedicaba a la danza del vientre y empecé a ver el tema del burlesque.
Me gusta mucho, en la danza, el jazz. Empecé a ver las coreografías de Broadway y de burlesque y me pareció que podía ser interesante bailarlas, sobre todo porque me gusta la variedad, no encerrarme solo en un estilo de baile, sino abrir un poco, ser un poco versátil.
El burlesque me gusta porque va con mi personalidad, igual que hay otros bailes que nunca haría porque no van conmigo, cuando escucho la música y el registro de los movimientos y las expresiones, me gusta. Tanto como un striptease, no, porque no va conmigo, no me veo, pero bailarlo sí.
¿Por qué crees que los hombres no se animan tanto a bailar?
Supongo que sea algo cultural, pensamos que estamos muy evolucionados y los latinos typical spanish yo creo que de evolucionados, nada. Seguimos siendo unos prejuiciosos y unos tímidos. Como experiencia que yo tengo como profesora, pues hombre, sí que es verdad que no tienen tanta habilidad física como las mujeres de entrada y eso les hace echarse para atrás, porque ellos lo saben y su demostración de ser los dominantes, pues no… Es una mezcla entre timidez y reconocer sus debilidades, es una mezcla explosiva.
Y es una lástima, porque a nosotros sí que nos gusta que entre los niños se fomente la danza y no solo para las chicas, sino como una actividad en conjunto, como quien juega un partido de baloncesto, como quien hace manualidades, pues que los niños y las niñas puedan jugar a bailar. Nos gustaría potenciarlo: que los niños bailen con las niñas.
Porque además creo que las expresiones artísticas, como por ejemplo la danza, son un potencial de las culturas, del pueblo, y que es una pena que se pierda. Si ningún hombre baila, nos estaremos perdiendo un gran potencial en nuestro país y en el resto, porque es parte de la población, que puede aportar algo muy bueno a la Humanidad y al no hacerlo porque de entrada son hombres, pues es una lástima.
Lo curioso es que vemos normal que una tía haga un baile erótico o un striptease, y en los hombres es mucho más raro.
Claro, porque no pueden con su timidez. Yo creo que no es una habilidad, yo les veo cuando por ejemplo hemos trabajado bailes de salón. Los hombres no sé si son más torpes de entrada o es que su timidez ante las chicas les hace replegarse, muchas veces la timidez no te deja desarrollar. Es una pena porque luego, cuando lo prueban, hay gente que es super feliz bailando.
Incluso ha habido hombres que les ha gustado mucho más el baile latino, en este caso de salón, que a sus propias parejas que son las que les han llevado a bailar. Cuando una persona pinta bien es genial, o cuando cocina bien, y si un hombre baila muy bien es un placer para los sentidos, ya no es solo cuestión de carnaza, es que va mucho más allá.
¿Recuerdas alguna coreografía más erótica que hayas hecho?
La verdad es que no, hombre, ¿sabes qué pasa? Que quizás haya perdido un poco la percepción de la sensualidad. Para mí es muy habitual mover la cadera, pero el efecto para una persona que para mí, que aquí estamos todo el día moviendo la cadera para arriba y para abajo. Yo siempre me lo planteo desde un punto de vista danzado, con glamour y con gusto, que yo me pueda expresar a gusto.
No recuerdo ninguna coreografía en la que mi intención haya sido cogerte un abanico, bajar un tirante… para eso no podría, soy muy tímida. Hacer el bobo, todo lo que tú quieras, pero eso yo no puedo. En cambio sí que recomendaría Dita Von Teese, la mujer que hace burlesque desde el punto de vista del striptease. Para mí es la más… es una mezcla entre el erotismo más absoluto, la sensualidad más absoluta y la delicadeza. Creo que, cuando trabajas con el cuerpo, hay unas normas de higiene visual que todo el mundo debe tener. No hay que ser demasiado explícita.
Lo que me parece curioso es que la gente lo vende como sexy dance, talleres de danza oriental o danzas más urbanas, y si lo hacen así es con un objeto de marketing, de que a la gente le resulte atractivo; lo cual me lleva a pensar que realmente las mujeres necesitamos liberarnos más todavía, potenciar más, ya no moverte mejor o peor, sino liberarte, atreverte a bailar, a desarrollar todo tu potencial.
Lo que me gustaría es que no se olvidaran nunca las bases de la danza, osea, la técnica, el trabajo corporal, y el gesto también. Y que los hombres lo practicaran también, incluso hombres y mujeres a la vez, porque así lo pasaríamos mejor y nos relacionaríamos mucho más.