La célebre muerte por kiki no es solo cosa de la serie de animación americana Futurama, sino que una actividad tan placentera para el ser humano puede convertirse en una causa de defunción. Las circunstancias que rodean al fallecimiento resultante del sexo tienen que ver en muchas ocasiones con el propio organismo de los implicados, ya que el fornicio no deja de suponer un ejercicio físico para ambas partes, aumentando así las posibilidades de que haya algún fallo en el cuerpo.

Ficción aparte, los responsables de asustar al personal han sido los miembros del Journal of the American Medical Association, que han sacado a la luz un estudio que asegura que el estado físico de cada cual es clave para estos sucesos desgraciados.  Tampoco hay que ser un lumbreras para deducir que haciendo ejercicio de forma intensa se puede provocar una cardiopatía y terminar en muerte, si bien estos investigadores han estimado que hay un 3,5% de posibilidades de que eso ocurra, especialmente en caso de que haya irregularidades respiratorias o exceso de tensión u obesidad. Dado que el sexo, salvo para los más aburridos, exige cierta actividad, mejor andarse con ojo.

Otras formar de juntar sexo y muerte

Aparte de los casos de mala suerte, como podrían ser los anteriores, muchos hombres han fallecido a causa de relaciones sexuales algo particulares. Es el caso de un africano, un tal Uroko Onoja, que llegó a su casa en Nigeria y tuvo sexo con una de sus cinco esposas. Tal fue el enfado de las otras cuatro -la poligamia es muy habitual en África– que no le exigieron a su marido compartido que las complaciera a ellas también. Onoja lo intentó, pero con la última su cuerpo dijo «Basta» y se fue a descansar eternamente. La policía que investigó el caso lo catalogó de violación hasta la muerte.

Sergey Tunamov, por su parte, apostó 5.000 dólares con dos mujeres que podría tener sexo con ellas durante doce horas sin parar, y para ello optó por ingerir una elevadísima dosis de Viagra. Este ruso cumplió con el reto y superó el medio día de maratón coital, aunque no pudo disfrutar de su merecido premio: un fallo cardíaco fulminante impidió que saliera más de la cama.

Efectivamente, la Viagra anda detrás de no pocos accidentes sexuales, ya que este potenciador de la erección tiene unos temibles efectos secundarios para el corazón si se mezcla con alcohol, pero especialmente con droga. Últimamente se han visto casos de hombres que mezclan cocaína con la pastilla azul en busca de cerrar la noche al máximo, pero arriesgando seriamente su salud, ya que es una combinación muy difícil de asimilar por el sistema cardíaco.

El BDSM puede ser fatídico. (Imagen: amadiosa.blogspot.com).

BDSM asesino

La moda famosa del cuero, fustas y esas cosas que ha traído 50 sombras de Grey está provocando que personas muy inexpertas en el arte del sexo extremo se atrevan con prácticas no recomendadas para novatos. Por esta causa ya se han registrado fallecimientos, ya que el sado pasa de juego sexual a causa de muerte.

Por otro lado, una práctica como la asfixia en busca de potenciar el placer en el orgasmo, protagonizó el fin de los días de David Carradine, conocido por protagonizar Kung Fu. Este actor apareció en el armario de un hotel en circunstancias un tanto sospechosas e inusuales que los forenses señalaron como resultantes de un radical juego sexual.

Muertes sexuales en la Historia

La Historia ha protagonizado varios capítulos de El sexo mandamiento, pero es que lo cierto es que merece la pena mirar atrás para encontrar casos realmente extraños, incluso en un mundo como el religioso. El Papa Juan XII ha pasado a la posteridad no por sus acciones católicas, sino en el catre, ganándose el honroso apodo de «El Papa Fornicario», llegando a convertir el Palacio de Letrán, donde se aposentaba, en un auténtico paraíso de la perversión. Sobre su defunción se especula si obedeció a la venganza de algún hombre que habría pillado al Sumo Pontífice en pleno contubernio con su esposa. Otras fuentes afirman que una apoplejía durante el sexo desencadenó su adiós.

Otro Papa promiscuo fue León VII, quien pereció también en el acto sexual en el año 939. Personajes como Atila también sufrieron esa suerte, ya que en la noche de bodas con su duodécima mujer, el batallador murió a causa de una hemorragia nasal muy severa. Dejaría las sábanas perdidas el más grande de los hunos. En los tiempos recientes destaca Felix Feure, presidente de la República Francesa, que falleció en 1899 mientras una prostituta le obsequiaba con una felación. Toma ya.

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