«Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho» escribía don Miguel de Cervantes Saavedra hace más de 400 años ¿Quién podría imaginar que la Iglesia evolucionaría, dejaría de ser una institución arcaica e iría con los tiempos de la sociedad? Quizás Krzysztof Charamsa el prelado del Vaticano que ha hecho pública su homosexualidad e inmediatamente ha sido destituido.
La Biblia, ese libro en la mesita de noche de los moteles en las películas americanas, deja muy clara su actitud ante la homosexualidad (masculina):
- Levítico 18:22, “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”.
- Levítico 20:13, “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre”.
- Romanos 1:26-27, “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.”
- Corintios 6:9, “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”.
Podríamos seguir repasando pasajes homofóbicos del Antiguo y Nuevo Testamento, pero una vez clara la teórica de la Iglesia, volvamos al caso que nos atañe. Krzysztof Charamsa es un polaco, de 43 años, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional vaticana y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Su pecado está en que le gustan los hombres, concretamente su novio, Eduard, al que ha presentado en público instando a todos sus colegas de sotana, alzacuellos y homosexuales a salir del armario.
El sacerdote Charamsa ha declarado que: «Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy, un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de la propia identidad. Estoy dispuesto a pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos frente a los gais creyentes y entienda que la solución que propone para ellos, la abstinencia total de la vida de amor, es deshumana». La respuesta por parte de sus superiores en la Santa Sede ha sido la inmediata destitución de sus cargos.
Además esta anunciación ha hecho trinar al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, por la fecha elegida: en vísperas del Sínodo de la Familia. En este congreso de reflexión sobre la familia el Papa Francisco afirmó que “el sueño de Dios para su creatura predilecta” se encuentra la felicidad de «la unión de amor entre un hombre y una mujer».
Quizás el sueño de Dios camine por otros senderos más allá de la única unión entre macho y hembra y la cuadrilla de hombres con falda que se aloja en la plaza de San Pedro aún no se ha percatado. Quizás deberían releer su libro de cabecera, aquel que dice: «Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto», pero ¡Ay! Con la homofobia hemos topado, amigo Sancho.
IMAGEN DE PORTADA: flickr.com/hernanpc