Sevilla, 1 de mayo de 2014, entre banderas rojas, consignas de mejoras salariales y reminiscencias de otros tiempos de lucha en este Día del Trabajador aparece en escena una vagina de dimensiones descomunales: «El coño insumiso». Casi un año después el juzgado de instrucción 10 de Sevilla ha citado a sus portadoras, tres mujeres, como imputadas por un delito contra los sentimientos religiosos.
También permanecen imputados en esta causa el secretario general de la Confederación General del Trabajo en Sevilla, Miguel Sevillano, así como el secretario de Organización de la CGT en Andalucía, Félix Cervera, contra quienes la Asociación de Abogados Cristianos se querelló por un delito contra los sentimientos religiosos en concurso con un delito de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referentes a las creencias. Las tres mujeres imputadas pertenecen a la Asociación Aquelarre Feminista Sevillano.
Ambos dirigentes de la CGT expresaron en su declaración del 17 de mayo que la manifestación no tenía ningún objeto de humillación. Sevillano aclaró que la vagina de casi dos metros que portaba el grupo feminista «no simulaba un paso de Semana Santa ni ningún símbolo religioso» y que él «no tuvo nada que ver en su creación».
Los demandantes consideran que en las manifestaciones «se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla (…) a ritmo de tamborada y presidida por el paso de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas».
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