Desde El Sexo Mandamiento no somos amigos de obligar, prohibir o decir qué está bien o mal, pero hoy haremos una excepción. Esta excepción se llama el blog de Lo dice Diana Aller y su serie de artículos “Cosas que pasan (de verdad) en el amor y en el sexo” debería ser de lectura obligada. Al menos para todos los que disfrutéis desengranando los complejos mecanismos que mueven al ser humano y esos pensamientos que a veces nos cruzan la mente, sin saber muy bien el porqué.
Esta licenciada en Filosofía y Periodismo, guionista de televisión, dj y con diversas ocupaciones más es una de las blogueras más reconocidas en la red. Desde 2006 escribe en su blog y con esta serie que mencionábamos se ha lanzado a inspeccionar sin complejos esos pensamientos que se nos quedan en los recovecos de la mente. A través de la recopilación de puntos que hemos realizado de sus seis entregas muchos podrán pensar “¡Anda, eso lo he vivido yo…” Y sí, efectivamente, puede que no se haya atrevido a mencionarlo en voz alta. No pasa nada, lo dice Diana Aller y nosotros comulgamos con esta forma de hablar alto y claro sobre sexualidad.
-Ganas de decirle a ese chico: Creo que te quiero ¿Te podrías correr en mi cara, por favor?
-Excitarse en la cola de la caja del supermercado, y no lubricar con el tío más sexy de Europa metido en la cama.
-Pollas blancas y arqueadas, pollas amoratadas y rugosas, pollas venosas y desafiantes… Para no importarme las pollas, creo que me fijo bastante.
-Tíos que van de atormentados por una ruptura sentimental. Que cargan toda su frustración contra su ex. Tíos misóginos que se sienten víctimas. Tíos ensalzados por los colegas, la literatura y Hollywood. Asco de tíos.
-La duración perfecta de una relación la determina el momento en el que hay lágrimas (y no de felicidad). Ahí ya no tiene sentido seguir.
-Lubricante amarronado tras practicar sexo anal.
–Masturbarse clavando la uña.
–Obsesión enfermiza por (elegir la opción correspondiente): dientes separados, hoyito en la barbilla, pollas monstruosas, pelirrojos, músculos o pecas.
-Tíos con barba, la hostia de modernos que follan como cincuentones aburridos y están llenos de prejuicios. Tíos con jersey de cremallera y aspecto de informático que le hacen mugir y chorrear como una zorra en celo.
-Esas madres inocentes que preguntan «¿Y no sales con nadie?» Habría que contestarles como en el Facebook: «Es complicado».
-Mi amiga S. C. dice que se follaría a Pablo Iglesias a cuatro patas durante días. Yo lo mismo también.
-¿Por qué nos identificamos con películas y canciones? ¿Por qué los sentimientos están tan conectados con ciertos modelos culturales?
-Tener un amigo. Un amigo de verdad. Si se acuesta con él es usted una puta porque no le gusta; y si no, es chunga y manipuladora por tenerlo de pagafantas. Qué asco…
–Dolor de regla, necesidad de calorcito en la tripa, sensación de estar fumada y cagar más de lo habitual. Eso, técnicamente, es ser mujer.
-La sutil diferencia entre «papo» y «pavo» en la caprichosa morfología genital femenina.
-Yo pensaba que era un mito, pero escuchando nuestro cuerpo, nuestro útero, nuestra vagina, se pueden llegar a controlar los ciclos, la temperatura, ciertos dolores, el hambre, la sexualidad y muchísimo más. Este fantástico credo debería llamarse «Conócete a ti misma». Funciona muy guay.
-Flujo vaginal como clara de huevo. Flujo blanquecino como Nivea de caja azul.
-Pellejitos blancos y resecos por la piel y el pelo a modo de souvenir sexual en el que debería poner en una pegatina dorada «Recuerdo de un lefazo».
-No se fíe de las siguientes frases: «Me corro fuera, te lo prometo»; «Estoy pensando en dejarlo con mi novia»; «¿Se puede saber dónde has estado?»; «Tengo que ir a recoger un sobre, aquí al lado, en la calle Génova».
-Hombres que se agarran la polla y por su cara parecería que sujetan el martillo de Thor.
–Vello púbico de tamaño y forma de un metrobús.
-Sentir cómo se desliza un grumo menstrual por las paredes vaginales.
-Enamorarse a lo tonto y sin darse cuenta.
Podéis leer la serie completa de «Cosas que pasan (de verdad) en el amor y el sexo» en los siguientes enlaces: