El porno no consiste únicamente en una escena de sexo entre varios actores que se limitan a hacer su trabajo y excitar a las miles de personas que componen su público. La industria X, como la cinematográfica, también requiere labores de producción, quizá no tantos efectos especiales, pero no podría seguir desarrollándose sin las muchas personas que realizan su trabajo detrás de las cámaras.
Nico Bertrand es un joven productor de películas pornográficas. Ha trabajado con grandes nombres de este mundillo y conoce de primera mano la exigencia de este sector. Sabe que son muchos prejuicios a los que se enfrenta, pero no por ello pierde el ánimo y el respeto por su profesión. Estas son sus palabras.
El Sexo Mandamiento: ¿Cómo se lidia con los calores de ver porno todos los días enfrente de ti?
Nico Bertrand: Llevo poco más de un año rodando contenido explícitamente sexual, pero nunca he tenido la sensación de tener un calentón o excitarme al tener una escena, al conocer a una actriz o al editar un vídeo. Realmente me molesta cuando algunos hombres me dicen que debo de estar hinchándome a follar, y que ellos estarían tocando culos todo el día si estuvieran en mi lugar. Creo que los performers deben encontrar respeto y profesionalidad cuando trabajan contigo, y no me imagino lo que sería estar en medio de una escena y babear porque tienes a una chica desnuda delante tuyo. Sería una falta de respeto y un abuso de poder muy desafortunado.
Cuando se apaga la cámara y los performers se relajan puedes ver cómo ellos mismos te agradecen por sentirse tan cómodos contigo, y eso es un gran halago hacia mi profesionalidad. Yo les ayudo a que no se preocupen por nada más que por sacar lo mejor de sí mismos, sin importar que estén desnudos o haciendo alguna actividad sexual. Por otro lado, cuando estás editando vídeos o fotografías con contenido sexual, me dedico a corregir los detalles que nadie ve y a que todo quede bonito, así que tampoco estoy pendiente si estoy viendo follar a alguien en mi editor de vídeo, más bien me preocupo por qué escenas son las más adecuadas para que el vídeo tenga un estilo interesante.
SM: ¿Qué hay detrás de un rodaje porno?
NB: Mucho trabajo. Muchas horas de planificación, organización y puesta a punto para que todo esté listo. Es uno de los aspectos que menos se conoce de un rodaje y del que me gustaría hablar en mi blog. Sería muy interesante mostrar el día a día de la producción de un rodaje.
Yo soy una persona muy organizada, a veces obsesiva con los detalles y la planificación, pero eso no lo nota mucha gente, ya que procuro que los rodajes no se conviertan en algo tedioso y serio, al contrario, si he podido organizar todo perfectamente, el equipo se lo pasa muy bien, hay risas, complicidad y mucha relajación durante las escenas, pero no es diferente a un rodaje de una película de acción o dramática. La sensación que experimentas cuando ves a la gente feliz después de un rodaje no se parece a nada en el mundo. No tiene precio.
SM: ¿En qué momento se acaba llegando a producir una película porno?
NB: En mi caso fueron una serie de circunstancias muy locas que me hicieron conocer a Anneke Necro en una sesión de fotos y de una forma que no recuerdo empezamos a hablar de pornografía. A las dos semanas de conocernos ya estábamos grabando material de lo que vendría a ser nuestra productora sobre parafilias, BlackMindStudios. Paralelamente he seguido grabando material por mi cuenta y me parece tan importante lo que estoy comunicando, que me resulta fascinante el poder emplear el sexo como vehículo para la lucha contra la estigmatización sexual y a favor de la igualdad.
Me siento con la necesidad de aportar mi punto de vista a la industria pornográfica y ser uno más en la reivindicación por una sexualidad abierta y evolutiva. Como autor tengo una herramienta muy potente al alcance de mi mano para transportar un mensaje, pero a su vez también una gran responsabilidad en cuanto al contenido.
SM: ¿Cómo está cambiando el porno en los últimos años?
NB: Soy bastante nuevo en esta industria, pero llevo consumiendo porno desde hace muchos años, y sorprendentemente cuando empecé a rodar mi propia visión del sexo, encontré vínculos con una nueva oleada de autores y productores con los mismos valores que yo quiero compartir en mis producciones y que no sabía que existían antes de empezar a grabar. Poco a poco se van creando más productoras interesantes con un estilo particular y diferenciado que añade combustible a esa transformación.
Esta misma impresión la he venido discutiendo con varias personas dentro de la industria y aunque algunas de ellas creen que no, por mi experiencia personal, somos muchas las personas que estamos creando contenido alejado del porno convencional y añadiendo elementos que no se veían antes y que, creo, pueden venir generadas por el bagaje que tenemos en el arte, la música, el cine y la literatura. También han ido ganando peso alternativas al porno convencional como el género Queer y el AltPorn, con lo que la oferta se amplía y sacia muchos más gustos y preferencias sexuales, aunque también espero que se mantenga el porno convencional en el mercado.
SM: ¿Hacia dónde va el cine X?
NB: Es muy difícil para mí poder imaginarme el futuro de una industria en la que casi acabo de aterrizar, pero espero que siga creciendo el tipo de pornografía con la que me identifico a la hora de plasmar el sexo. Creo que el uso de otras herramientas está haciendo que la pornografía sea una puerta cultural, sexual e intelectual.
SM: Playboy retira su desnudo, el porno tiene parafilias casi inverosímiles… ¿Se ha vuelto loco el sexo?
NB: Yo creo que va cambiando al ritmo que marcan los usuarios y los consumidores. El mundo del sexo es un negocio que tiene muy en cuenta lo que opina el público y procura proporcionar lo que se demanda, pero también hay una necesidad por hablar y ofrecer rincones mucho más ocultos del sexo y de cómo vivimos las fantasías.
El deseo, el placer y la fantasía son elementos muy poderosos que nos hacen perseguir recompensas complejas que necesitamos satisfacer, como lo son las parafilias. Pero creo que gracias a Internet y la democratización digital, hemos podido abrir un nuevo horizonte de contenido sexual que responde a una necesidad del usuario más complejo y menos conocido, pero que siempre ha estado allí. Ha llegado la democratización del deseo y a su vez un horizonte todavía por descubrir en su construcción y manifestación.
SM: ¿Qué es lo más extraño que te ha ocurrido en esta profesión?
NB: La rapidez con la que he visto que mi trabajo llegaba a la gente y lo bien que han recibido lo que hago. Mi trabajo está llenando un hueco en el mercado que la gente valora y que satisface a muchos usuarios, aunque si me llegan a decir esto el primer día que empecé a rodar, no me lo hubiera creído. También me sorprende lo diferente que resulta trabajar en España y en Estados Unidos. Hay muchísima diferencia de la cual creo que se debería aprender en Europa.
SM: ¿Cómo se toman los actores su trabajo?
NB: La mayoría de los performers con los que he trabajado son felices de trabajar en lo que les gusta y la profesionalidad es muy elevada en los rodajes. Una de las obsesiones que tengo como creador es que el ambiente sea muy relajado y trato de generar un clima de confianza que hace que todos los que estén trabajando en el rodaje se sientan felices y con ganas de seguir rodando. Hay que entender la gran responsabilidad que tienen los performers. Su cuerpo es su herramienta de trabajo y hay que mimarlos, ya que sin ellos no puede hacerse nada realidad, que es exactamente lo mismo que pasa en el cine convencional, si no dedicas tiempo a tus actores, el resultado final no será excelente.
SM: ¿Cómo se toma tu entorno que te ganes la vida en la pornografía?
NB: Hay de todo, pero lamentablemente todavía hay gente que sigue teniendo perjuicios y desinformación respecto a la pornografía. Mi familia está al tanto de lo que hago y muchas veces con mi hermana por ejemplo, comentamos alguna escena o vídeo que le ha gustado. Por otro lado, hay mucha gente que conozco que no dice lo que piensa sobre esto o simplemente ha dejado de comunicarse conmigo. Podríamos decir que he perdido amigos por ello, pero hay mucha gente que me apoya y me anima a seguir haciendo mi trabajo.
También me sorprende la cantidad de gente que quiere hacerme preguntas sobre mi trabajo pero no se atreve o siente cierto rechazo a sacar el tema. Yo lo que opino es que hay mucha necesidad de información al respecto, pero es algo que tengo muy en cuenta y trato de usar mi blog para ir hablando sobre ello cuando puedo.
SM: ¿Cómo fue tu primer día en este trabajo?
NB: Pues la primera vez que grabé fue con Anneke Necro y recuerdo que nos fuimos a Collserola a grabar un vídeo llamado «Saliva» para BlackMindStudios. No sabíamos muy bien qué hacer ni cómo hacerlo, pero recuerdo que nos salió bastante bien y conseguimos lo que queríamos. Ese mismo día grabamos como tres o cuatro vídeos más, pero tuvimos que descartar algunos, ya que no habían quedado con la calidad que nos habíamos planteado.
Recuerdo que me lo pasé muy bien y que fue una experiencia excitante, ya que pasaba mucha gente por allí y nos íbamos escondiendo por el bosque para que no nos vieran. Fue todo un rodaje amateur que resultó muy interesante.
SM: Para ti, ¿quiénes son los actores/actrices que mejor ruedan estas escenas?
NB: Yo creo que cada performer tiene unas cualidades u otras que les hacen especiales, pero sería presuntuoso escoger aquellos a los que no conozco personalmente, así que me quedo con Amarna Miller, Amber Nevada y Juan Lucho.
SM: ¿Con quién te gustaría trabajar?
NB: Lo que me gustaría de verdad es poder producir un film con actores de cine convencional donde también hayan performers profesionales de cine porno, creo que sería una combinación muy interesante. Sería muy divertido poder hacer un largometraje con varias estrellas.
En cuanto a performers, me gustaría trabajar con Stoya, pero ya no va a poder ser. De todas maneras cuando estuve en Los Ángeles conocí personalmente a Aaliyah Love y me quedé con ganas de trabajar con ella. También estuve a punto de rodar con Samantha Rone, pero no pudimos cuadrar agendas.
SM: ¿Qué diferencias existen entre el público español y el internacional?
NB: No creo que haya mucha diferencia, pero sí que es verdad que en algunos países se acentúa el porcentaje de consumidores hacia un tipo de porno menos habitual, quizás porque han sabido explorar mejor sus relaciones sociales o porque culturalmente piensan diferente. En España se consume mucha pornografía internacional, así que no debe de haber mucha diferencia entre uno y otro.
Quizás el más impactante sea el público japonés, pero sin embargo es con el que más me identifico. Es increíble el número de parafilias y fantasías que producen en Japón. Me encantaría poder trabajar en Japón desarrollando todo mi contenido.
SM: ¿Qué diferencias hay entre los rodajes nacionales y los extranjeros?
NB: Creo que casi todo, aunque yo puedo hablar de mi experiencia personal a través del propio sistema de trabajo que he desarrollado. En Estados Unidos por ejemplo, el nivel de seguridad en los tests para detectar las enfermedades de transmisión sexual es mucho más alto y fiable que en Europa. Otro ejemplo, es la remuneración del equipo y los performers, más elevada allí que en España. Pero creo que sin lugar a dudas, la mayor diferencia que he encontrado es el número de gente que se dedica, directa o indirectamente al negocio sexual en Estados Unidos.
SM: ¿Cómo valoras la educación sexual española?
NB: Creo que todavía hay mucho por aprender y que la gran mayoría de los españoles no tiene educación sexual o es incorrecta. Creo que no hay una iniciativa potente hacia la comunicación sexual y que a su vez sea abierta y tolerante. Muchas veces la gente se escandaliza al saber que hay ciertos tipos de prácticas sexuales y que hay gente que las practica. Tienden a rechazar aquello que no conocen, pero lejos de interesarse, les provoca miedo o inseguridad.
El sexo no es estable, ni es fijo a una idea, el sexo cambia, evoluciona y se hace más rico y complejo a través de los años gracias a nuestro empeño por satisfacer nuestros deseos y fantasías. Eso es algo en lo que me gustaría seguir trabajando. En la construcción del deseo.
SM: ¿Qué cambiarías del porno?
NB: No cambiaría nada porque tengo mucho que aprender primero antes de poder responder a esta pregunta, lo que sí imagino en un plazo muy breve es poder tener un espacio en Barcelona para discutir y debatir sobre sexo, libertad e igualdad sexual, donde no importe qué tendencia ni gusto sexual se tenga. Se trata de compartir experiencias y conocer mejor el mundo que te rodea.
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