Sus más de 51.000 seguidores en Twitter la avalan: es @Becaria_ y no se corta un pelo a la hora de hablar, sin tapujos, sobre cualquier tipo de cuestión sexual que se le venga a la cabeza. Ella misma sabe lo que es mostrar en las redes sociales su anatomía y conoce de primera mano hasta qué punto las personas, cuando hay un perfil de por medio, se llegan a sobrepasar en ciertas ocasiones.
Cree que la educación sexual está a un nivel inadecuado y que los medios de comunicación abusan cuando meten con calzador a mujeres desnudas o muy ligeritas de ropa. Además, tiene una página web, labecaria.com, en la que cuenta todo tipo de información relacionada con el sexo. El tema, indudablemente, la apasiona -y hace bien-. Le gusta el marisco, follar, un buen gintónic y responde a El Sexo Mandamiento desde Asturias.
El Sexo Mandamiento: Tan popular en las redes sociales, ¿necesitan los usuarios más educación, y no solo sexual?
@Becaria_ : Educación es lo que necesita este mundo en todos los ámbitos: En el deporte, en la política, en el sexo…, y eso hay que aprenderlo desde bien abajo. Existe mucho ‘machirulo’, mucho maleducado que se cree que porque escribas cosas sobre sexo y a veces pongas alguna foto en tanga de felpa, está en derecho de exigirte que enseñes más, que respondas a sus mensajes y a insultarte si no respondes o no le gusta lo que dices. Sin educación a una edad temprana, estos comportamientos son cada vez más complicados de rectificar.
SM: ¿Ha habido alguna ‘burrada’ que te haya puesto los pelos de punta?
B: Afortunadamente, no, pero porque casi no llevo (pelos, me refiero). Aunque sí es cierto que hay según qué personajes que se obsesionan contigo, con saber dónde vives, dónde vas a hacer spinning, etc, que dan un poco de respeto.
SM: ¿Qué diferencias hay entre hablar de sexo en Twitter y en otras plataformas?
B: En Twitter estás muy limitada porque 140 caracteres te obligan a sintetizar mucho una idea y no te puedes explayar, digamos que es mucho más visual que Facebook o un blog, donde puedes poner lo que quieres sin límite de caracteres. Es decir, que en el blog puedo contar mi experiencia menos religiosa en el confesionario de una iglesia y en Twitter la resumiré con una foto confesando mis pecados y enseñando pierna.
SM: ¿Es Twitter un cobijo para los cobardes que no dicen cosas a la cara?
B: Igual que en todo Internet, Twitter está lleno de gente normal, brillante, ingeniosa, original… y también acoge a lo mejor de cada casa.
SM: ¿Se puede hablar de sexo sin que la gente se lleve las manos a la cabeza?
B: Depende del sitio, momento, lugar y manera de hablar. Yo creo que de una forma normal y con las palabras bien elegidas, no debería haber problema a la hora de hablar de sexo. El sexo es una necesidad fisiológica más, te lo pasas bien practicándolo y hasta conoces gente. ¿Qué menos que poder hablar de ello y compartir el conocimiento? Y con esto no me refiero a fanfarronear con los colegotas del bar sobre «la morena que te follaste el sábado por la noche».
SM: ¿Cómo te gustaría que fuese la educación sexual en España?
B: Una educación reglada, como una asignatura más impartida por profesionales en la materia, donde enseñen a los chavales y chavalas a practicar sexo sano, con precaución, que llevar un condón en el bolso esté tan normalizado como llevar un pintalabios o las llaves, a respetar cualquier tipo de opción sexual, los gustos de cada persona y que ayude a los jóvenes a normalizar el sexo y a no comportarse como hombres de las cavernas.
SM: ¿No te sientes expuesta mostrando tu cuerpo en una red abierta como Twitter?
B: Lo que muestro, que no es mucho, lo hago porque en un momento determinado me apetece y considero que no arriesgo mi integridad física ni moral haciéndolo. Lo que viene siendo hacer uso de mi libertad y apetencia en cada momento, que es una cosa muy cotizada últimamente.
SM: ¿Se concilia tu papel en RRSS con la vida sentimental?
B: Nunca ha afectado mi papel en las redes sociales con mi vida sentimental, al contrario. Una cosa es mi identidad en Internet y otra cosa soy yo como ente normal y con una vida como la de todo el mundo.
SM: ¿Qué piensa tu entorno de tu presencia en redes?
B: Que yo sepa, la gente que me importa no le ve problema, mientras haga lo que me apetezca y por propia voluntad.
SM: ¿Qué opina tu familia?
B: Mi madre me pone todos los días en Twitter algún ‘FAV’.
SM: ¿Qué te parece que en medios de información deportiva haya tanta presencia de mujeres desnudas y objetizadas?
B: Son medios que en un principio han ido dirigidos a un público masculino heterosexual y han sabido ganárselo con carnaza femenina, pero espero que pronto podamos ver a chicos guapos, sexys y simpáticos en las contraportadas de los periódicos deportivos. ¡Por equilibrar, vaya!
SM: Desde tu tarima de 51.000 seguidores, ¿cómo se ve que haya tanta gente pendiente de tus comentarios?
B: Me llama más la atención la repercusión silenciosa de algunos comentarios y fotos, a juzgar por los números.
SM: ¿Echas en falta que se hable de sexo con más asiduidad?
B: De sexo ya se habla mucho, lo que falta es que se hable de sexo con fundamento, normalidad y respeto, y no refiriéndose al papel de la mujer como ese trozo de carne con el que te haces pajas o te has follado y vas a regodearte con tus amigos en el bar.
SM: ¿Hasta cuándo hablar de sexo de una forma cachonda y picante ofenderá a cierta gente?
B: La gente que se ofende porque se trate sobre sexo, sea de la forma que sea, es gente que ve el sexo como algo malo. Me preocupa más esa gente que intenta ofender porque no veas el sexo como ellos e intenten imponerte su punto de vista.
En la distancia corta
- Un libro: “Sexualmente” de Nuria Roca.
- Una comida: Bien profunda. Y el marisco.
- Una película: Los otros.
- Qué hacer un domingo por la tarde: Fotos, follar, comprar online o lo que surja.
- Una bebida: Un gintonic que no sepa a colonia barata con tónica.
- Un sueño: Ir a un parque de Corea del Sur que está lleno de esculturas con posturas del Kamasutra. Love Land se llama.
- Una afición: Hacer fotos a mis playmobils en actitudes sexuales.
- Una manía: Revisar todos los libros de sexo que llegan a la librería, no vaya a perderme nada interesante.
- Un secretillo confesable: Si tengo los pies fríos, no llego al orgasmo.
- El consejo que te hubiera gustado recibir: Ninguno en concreto, porque apenas he hecho caso o no he sabido seguir a los que me han dado ;-).