Ya sabéis que en las películas de miedo o en el cine de suspense lo que más aterra es lo que se intuye pero no se muestra. En el sexo también ocurre lo mismo, lo demasiado explícito acaba convirtiéndose en simple ejercicio mecánico, si no hay más ingredientes y cierto estímulo adicional aburre. Por eso aquí hoy proponemos una vuelta de tuerca. Historias aplicables a la vida con las que identificarse (sí, todos/as hemos fantaseado alguna vez con esas cosas, que lo manifestemos, o no, públicamente es otro cantar), pensar y, cómo no, acabar potencialmente tan calientes como las brasas del infierno.
El sexo y sus infinitas variantes se han tratado hasta la saciedad en el Séptimo Arte, desde el porno más duro al erotismo light. Hoy centraremos nuestra mirada en tres historias en las que el sexo se vive de formas distintas: en una de ellas lo que empieza como una relación sin compromiso, desenfrenada, exploratoria y candente (pinta bien, solo con hilar esas palabras podemos casi sentir cierto cosquilleo) termina por convertirse en algo alienador, peligroso y dañino. La siguiente aventura se sumerge en la doble moral, la vergüenza, ¿de qué? y la caza como rincones oscuros de la evitación. Nuestra última elección es una propuesta para los sentidos, imaginad que sois permeables, que querríais experimentar ciertas cosas pero… Nos gustaría que trataseis de liberaros durante un par de horas de los prejuicios y os hagáis preguntas teórico-prácticas: ¿cómo me sentiría yo si?, ¿sería capaz de?, ¿qué siento ahora hacia?, ¿me pondría cachondo/a con?, ¿me resistiría a participar solo como voyeur en? El sexo como fuente de liberación y frustración.
Nueve semanas y media
Adrian Lyne, 1986.
John Gray (Mickey Rourke) ¿qué nos sugerirá este nombre?, ¿tal vez parte de la inspiración para cierta obra literaria reciente?, el hombre atractivo y magnético que seduce a Elizabeth McGraw (Kim Basinger), galerista de arte, sumergiéndola en una aventura de desenfreno sexual en la que los límites entre el placer y la pérdida de la identidad propia se mezclan. Observad, calentaos, aprended algo sobre el estímulo sutil y pensad en si os dejaríais arrastrar voluntariamente a según qué abismos.
https://youtu.be/YjbuFdKdx6A
Shame
Steve McQueen, 2011
Brandon Sullivan (Michael Fassbender) es un adicto sexual (o eso se ha dicho sobre él). Se relaciona con el sexo de un modo frío y distante, al menos según lo que los cánones dictan, ¿por qué?, ¿qué le lleva a este tipo de actuaciones?, ¿será solo por placer o habrá algún otro tipo de motivo oculto? Sissy Sullivan (Carey Mulligan) irrumpe para desestabilizar su mundo. Hay sexo, sí, y otras historias subyacentes: duda, miedo o evitación. ¿Te ves en alguna de ellas? Sin duda, una master piece de los últimos años.
Shortbus
John Cameron Mitchell, 2006.
Shortbus es un local neoyorquino dedicado a la cultura alternativa y el sexo en el que casi cualquier fantasía es realizable. ¿Quieres mirar? Hazlo, ¿te gustaría participar?, ¿por qué no?, ¿quieres probar algo que pueda estimular tu relación? Tal vez estés en el sitio indicado. ¿Escondes, aun sin saberlo, algún tipo de insatisfacción?, ¿qué pasaría si lo descubrieses en este lugar?
https://youtu.be/H8A1dwEhSMY
Ahora nos vamos a poner en plan y llegan los deberes: ya que, para algunos, será tarde de descanso, mantita y sofá, os retamos a ver alguna de estas películas con el cuerpo y la mente dispuestos a la experimentación y la recepción de placeres varios. Probad esta nueva modalidad sensorial y contadnos qué tal os ha ido con ella. Aquí ya la hemos probado (y muy bien). Cinco estrellas y subiendo.