Desde el 11 de mayo ando ‘desnortao’.
Debe de ser que entre tanto viaje, tanto avión y tanta contractura en los hombros y el cuello he perdido el “roming”, los datos y la madre de todos los “jigas”. Debe de ser eso.
El caso es que todo comenzó por una simple portabilidad. Que es como se llama ahora cuando estás hasta los huevos de que tu compañía de teléfono no te haga ni puto caso, y decides marcharte a otra.
Portabilidad: cuando estás hasta los huevos de que tu compañía de teléfono no te haga ni puto caso, y decides marcharte a otra
En mi caso llevo más de veinte años con Vodafone, para que luego digan que no soy capaz de ser fiel a nadie, y, ahora, han decidido hacerme cliente Brillante, mire usted qué bien. Yo, los quilates, aún no los he visto por ningún lado. A lo que iba, que me pierdo más que Gallardón en las obras de la M-30.
Total, que me quedo con mi compañía de toda la vida, porque a mi edad ya no estoy yo para irme con cualquiera. Y aquí, comienza mi particular Vía Crucis.
Desde el día 11 de mayo llevo esperando mi teléfono. Les estoy escribiendo esto a fecha de 27 de mayo. Los Reyes Magos llegaron antes al Portal de Belén.
Pero no importa, gracias a Vodafone tengo un montón de amigas nuevas.
Josebita se ha hecho famoso entre las operadoras de la plataforma de atención del 1212 en Sevilla
Josebita se ha hecho famoso entre las operadoras de la plataforma de atención del 1212 en Sevilla. Como ahora soy un chico “Brillante”, ya no tengo que pasar por las centrales de atención al cliente de Machu Picchu, que no me enteraba de nada, todo sea dicho. Pues ahora, he hecho cuchipandi con las niñas de Sevilla. Que son un encanto y tienen mucha gracia las joías de ellas.
Ahí vamos, con nuestras cosas, que no hay día que no hablemos y nos contemos cómo nos va la vida, nos pasamos las recetas del gazpacho y las de las lentejas, hablamos de los novios, que si tú cueces o enriqueces, que si hay que ver que mierda de tiempo hace, que mira que tengo ganas de playa, que si a Esther le dejó el marido, que a ver cuándo bajo por Sevilla y hacemos una quedada, que espera un momento que te miro lo tuyo cómo va, que Josebita eres un amor, que si a Rosa le ha salido el hijo maricón, mujer no te preocupes que eso ya no es un problema, que yo lo siento mucho pero a mí los toros no me gustan, que si te esperas que te pongo en manos libres que estoy friendo unas pechugas y no te oigo, que si me puedes llamar en cinco minutos que voy a la ducha, que si, hija, la verdad, a ver si pa’ el mes que viene me llega el terminal y puedo grabar unos vídeos porno que así no hay quién viva, que mira, que me pillas haciendo la compra y ahora no puedo hablar, que, de verdad, no me puedo creer lo que me cuentas de Raquel de portabilidad, que si dame un minuto que me estoy poniendo los gayumbos. En fin, nuestras cosas.
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Con los chicos del Twitter también, que son otro encanto y nos mandamos DM, y ya me he aprendido mi número de expediente de memoria, como si fuera mi DNI. Que debo de tener un expediente más largo que los casos de corrupción del PP.
Y, ahí vamos, que digo yo que para antes del 11 de junio espero haber recibido mi teléfono. Que, a ver que excusa me invento yo ahora para poder hablar con mis niñas, que estoy pendiente de la comunión de la hija de Carmen y del divorcio de Soraya y de la despedida de Manuela, por no hablar de que Isabel me sale de cuentas, y claro, como me envíen el teléfono me voy a quedar con la ganas de saber. Y eso no, eso sí que no, yo, como buen periodista, necesito información.
Por cierto, me llamo Joseba