Después de la resaca de las elecciones y la del Orgullo LGTBI, he llegado a la conclusión de que hay más santos que hornacinas. Y todo, absolutamente todo, es una “Comedia Inhumana” que diría Balzac o, en su defecto, cantaría Alaska. A estas alturas del partido ya no me extrañaría nada.

Para serles sinceros, mis preocupaciones se han vuelto muy prosaicas. Y es que, con la edad y las canas, me estoy haciendo gente de orden y los conceptos abstractos de Libertad, Igualdad y Fraternidad se me escapan. Se me escapan. Y eso que yo soy de los que pudieron estudiar antes de que el PP subiera las tasas académicas.

Mis preocupaciones son más simples, lo normal en un maricón de mediana edad. Me preocupa la factura de la luz y el gas, porque, claro, si esto sigue así voy a tener que enchufar el ordenador a una vela y hacer una chasca en el salón con las obras de Darwin, Proust y Montaigne.

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«Ya ha pasado la resaca del Orgullo LGTBI». | Fuente: Flickr.com.

Luego seguiré con los clásicos grecolatinos para terminar con los Doctores de la Iglesia, sin olvidar los textos sagrados orientales. Judíos y musulmanes incluidos. Me preocupa saber qué va a pasar con mi jubilación. Esa es una de las razones por las cuales no pienso dejar de ir al gimnasio, porque visto lo visto, no descarto la opción de tener que prostituirme.

Y, para ser puta, hay que estar en forma. Que luego los clientes te piden numeritos raros. Me preocupa no poder pagar mi seguro médico privado porque visto lo visto, nadie me asegura que la sanidad siga siendo pública, y es que yo debo de ser un comunista redomado por pensar que el Estado ha de garantizar la Sanidad de sus ciudadanos. Que Marx me pille confesado por tener estas ideas peregrinas.

Me preocupa enormemente el neoliberalismo que quiere imponer una panda de gaviotas. Cuando todo el mundo sabe que las gaviotas son peores que las ratas, tanto es así, que ni los marineros se las comen. Me preocupa mucho que se juegue con la idea de Patria, Estado o Nación, pero que nadie sea capaz de explicar en qué consisten esos conceptos.

Al igual que nadie ha sido capaz de explicar en qué consiste la tan cacareada Unión Europea. Pero, claro, a quién le importa el significado de determinadas cosas cuando no se es capaz de llegar a fin de mes. Cuando uno o una, ya saben ustedes lectores o lectoras, tiene al marido o a la mujer, al hijo o la hija en el paro, hay cosas que se le escapan.

Me preocupa, y mucho, la reforma laboral a la que estamos sometidos. La pérdida de derechos. Unos derechos que nos afectan a todos. A todos. Cuando alguien se queda sin trabajo da igual que lleve corbata o alpargatas. Excepto para determinados políticos de mierda que usan los privilegios de las denominadas “puertas giratorias”.

Me preocupa el TTIP. Y Lo que más me preocupa es que nadie hable de ello. Me asusta y me pone los pelos de punta.  Me preocupa el saber que, después de unas segundas elecciones, todo sigue igual o peor. Me preocupa la narcolepsia de mi país. Me preocupa el constatar que seguimos pensando que hay que hacer que todo cambie para que todo siga igual.

Por cierto, me llamo Joseba.

Autor: @Josebakanal. 

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Un comentario en «La comedia inhumana»

  1. Madre mia… no puedo estar mas deacuerdo con todo lo que escribes… no se si darte la enhorabuena o decirte que si te decides por la prostitucion me ofrezco de «Chula» (que yo no voy al gimnasio y no voy a servir ni pa puta…) jajajajajaja

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