Llegan malas noticias para los amantes de los chascarrillos sexuales: Japón ha pasado a la acción para evitar que su bandera, orgullo y emblema de millones de personas, aparezca irremediablemente en contextos sobre prácticas anales. La decisión, según relatan desde fuentes gubernamentales niponas, responde a muchos años de hartazgo frente a bromas de la comunidad internacional.
«Es una vergüenza que medio mundo se ría de nuestro emblema nacional», relata Hiroshi Nagatomo, portavoz de la junta gestora que ha tomado esta rompedora decisión. «¿Por qué la gente no para de decir lo de ‘poner el culo como la bandera de Japón‘? Están ofendiendo a más de 127 millones de personas, basta ya de bromas de mal gusto», se pregunta Nagatomo, que no duda en amenazar a quienes sigan con la expresión de marras: «estamos cabreados, a ver si sois vosotros quienes acabáis con el culo rojo«.
Las ya mencionadas fuentes procedentes del país del sol naciente han sido, por su parte, más diplomáticas que el portavoz de la gestora: «Japón es un país con una gran amplitud de miras sexuales, porque, que nosotros sepamos ,lo del bukkake no se inventó en Valladolid, pero la frasecita ya ha acabado con nuestra paciencia».
Para quienes no estén muy puestos en materia de banderas, el estandarte nipón consta de un círculo rojo sobre un fondo blanco. No hace falta una gran imaginación para hacer chanzas y chistes fáciles sobre esta bandera, de ahí que hasta el más lerdo del lugar haya recurrido en alguna ocasión a esta frase tan internacional.
En el comunicado que los medios japoneses han difundido se hace saber a la población tanto oriental como internacional que el sexo anal se podrá seguir efectuando sin ningún tipo de problema, siempre y cuando se sigan «las adecuadas precauciones para esta noble práctica sexual«. La ciudadanía nipona ha recibido órdenes de recriminar enérgicamente a todo aquel que siga utilizando esta expresión tan ofensiva.
Sabedores de la importancia de esta decisión, desde Japón trabajan ya intensamente para encontrar un buen símil válido para que su bandera no sea utilizada en estas situaciones. Aunque no han trascendido cifras oficiales, se estima que el gobierno japonés concederá un premio de 50.000 yenes a quien haga olvidar lo de «poner el culo como la bandera de Japón» y presente una metáfora menos ofensiva para este pueblo asiático.