El cáncer de mama en hombres es una rareza, aunque no algo imposible. Se detecta en alrededor del 1% de los varones y, en países como Estados Unidos, la relación es de un hombre afectado por esta patología por cada 100 mujeres diagnosticadas. Este tipo de enfermedad es, afortunadamente, una de las que más atención mediática recibe, aunque solo en el caso de ellas.
Una mujer a la que se le haya detectado un tumor maligno en el pecho tendrá que enfrentarse a este duro trance, pero no lo hará sola, porque junto a familiares y amigos tiene el apoyo de asociaciones, instituciones y de una sociedad cada vez más sensibilizada. La sanidad española realiza mamografías y campañas de prevención continuas, en los foros públicos cada vez se habla más de ello y está dejando de vivirse como un tabú. Sin embargo, esta enfermedad parece casi invisible si se trata de un paciente masculino.
Los síntomas son iguales a los que se pueden encontrar en un pecho femenino y, no es de extrañar, ya que se trata del mismo tejido. Algunas señales pueden ser la aparición de bultos en la zona, dolor, pezón invertido, secreciones transparentes o con sangre, úlceras en la aureola o dilatación de los ganglios. El desconocimiento sobre esta enfermedad hace que transcurran 19 meses de media entre el primer síntoma y el diagnóstico definitivo, demasiado tiempo si se considera la rapidez con la que puede llegar a avanzar.
El diagnóstico suele darse después de una mamografía, una ecografía de la zona y la correspondiente biopsia del tejido, así como otras pruebas para descartar que la enfermedad se haya extendido. “La mayoría de los casos de cáncer de mama no presentan síntomas fáciles de identificar y, por lo tanto, los hombres que tengan antecedentes de cáncer de mama en la familia deben alertar al médico para que, a partir de los 50 años, indique exámenes regulares para diagnosticar cambios que puedan indicar cáncer”, señala la mastóloga y ginecóloga Sheila Sedicias.
“Su incidencia está aumentando, como ocurre en el cáncer de mama en la mujer”, explican desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Este tipo de tumores presentan un gran componente genético y el historial familiar puede ser crucial para frenarlo a tiempo, algo que se aplica a todos los pacientes sin tener en cuenta su género.
“Entre el 15-20% de los hombres con cáncer de mama tienen antecedentes familiares cercanos de esta enfermedad. Las hermanas e hijas de los pacientes con cáncer de mama tienen un riesgo dos a tres veces superior de padecer esta enfermedad”, advierten desde la AECC.
Misma enfermedad, mismo tratamiento
Pese a que el cuadro clínico que presenta el cáncer de mama en hombres y mujeres sea el mismo, suele presentarse alrededor de una década más tarde en el caso de ellos. Pero ¿y el tratamiento? Pues exactamente igual que el de ellas. Si bien la quimioterapia puede variar en función del tipo de cáncer, la edad del paciente, el grado de desarrollo en el que se encuentre la enfermedad y otros factores, hay cosas que son comunes.
La pérdida de pelo, el cambio de sabor de la comida, las náuseas, la sensibilidad de la piel o la inhibición de los órganos reproductores durante el tratamiento son algunas de las consecuencias esperables, entre otras muchas. Pero si hay algo que se suele asociar al cáncer de mama es la mastectomía. Este procedimiento consiste en extirpar total o parcialmente la glándula mamaria y se suele combinar con la quimioterapia para cerciorarse de que las células malignas sean erradicadas.
La mastectomía suele tener un gran impacto psicológico en las mujeres, no solo por la pérdida del órgano sino por la asociación cultural que se suele tener entre el pecho y la feminidad. Como este cáncer tiene un trágico sentido de la equidad, se utilizarán métodos similares en hombres y en mujeres, aunque la AECC destaca que en los varones “el tratamiento quirúrgico preferible es la mastectomía”.
Aunque un cáncer puede aparecer por diversos factores, es muy importante llevar un estilo de vida sano y equilibrado y consultar con un médico ante cualquier situación anómala. Al igual que en las mujeres, la autoexploración de la mama en el caso de los hombres puede salvar vidas. También es muy importante hablar de esta enfermedad, no dejar que caiga en el olvido y no tener vergüenza ante algo que es real.