Tras una noche de desenfreno el intrépido lector puede pagar las consecuencias con algo más que una resaca y una cuenta bancaria un poco mermada. Y sí, nos referimos a esas manchas delatoras que pueden dejar restos de semen o fluidos vaginales en la ropa. En otras ocasiones, la regla puede arruinar ese bonito conjunto de lencería recién estrenado. Como en El Sexo Mandamiento nos gusta ser muy limpios, os traemos una pequeña guía sobre como quitar esas manchas sin tener que pasar por el mal trago de preguntarle a tus padres.
Los restos del amor
Las prisas son siempre malas, pero a veces, la excitación o las circunstancias hacen que la ropa se lleve la peor parte durante una buena sesión de sexo. Aunque los fluidos vaginales pueden eliminarse simplemente tirando la prenda a la lavadora, el semen deja un rastro bastante mas evidente y es difícil deshacerse de él.
Para eliminarlo hace falta jugo de limón natural, bicarbonato y un cepillo. Bastará con colocar la mezcla de zumo y bicarbonato sobre la zona y frotar suavemente con el cepillo. Para finalizar, depositar un poco de detergente concentrado sobre la mancha y dejar que la lavadora haga el resto. Y listo, cuando se seque ni el mejor detective del CSI sabrá que ha ocurrido.
En el caso de que la fiesta se haya descontrolado un poco y de que las manchas acaben en un sofá, una alfombra o una moqueta también hay solución. Jolie Kerr, columnista y autora del libro Mi novio vomitó en mi bolso… y otras cosas que no puedes preguntar a Martha, aconseja no esperar a que la mancha se seque y echar mano de productos específicos.
“Oxiclean viene al rescate. Como estás lidiando con un tapizado, intenta no saturarlo de agua. Mezlca el Oxiclean con un poco de agua caliente para que se disuelva mejor. Coge un paño húmedo, aplica la mezcla sobre la tela y seca suavemente la mancha frotando el tejido”, explica. Tras esto, es necesario utilizar el secador para eliminar la humedad y pasar el aspirador con el cepillo para dejar la zona como nueva. Si el bolsillo lo permite, un limpiador de vapor será la mejor ayuda.
La chica de la menstruación ha dejado su huella
Aunque normalmente se puede calcular que día vendrá la regla, hay muchas mujeres que tienen una menstruación irregular y que suele pillarlas en el peor momento. Otras veces una ‘fuga’ puede teñir las famosas bragas de la regla de ese conocido tono escarlata y, en el peor de los casos, no solo la ropa interior.
Lo más importante es poner la mancha en agua fría lo antes posible, nunca en agua caliente ya que eso ayudará a extender el desastre. Si lo tuyo son los remedios de la abuela, puedes dejar la prenda a remojo en leche durante varias horas y después tirarla a la lavadora. Otro briconsejo es echar un poco de vinagre blanco sobre la zona, frotar con suavidad y lavarla como de costumbre. Siempre puedes utilizar productos un poco más agresivos (como la lejía) aunque hay que tener cuidado ya que pueden llevarse la sangre, pero también estropear el tejido.
Bonus track: juguetes sexuales
En lo que a limpieza de juguetes sexuales se refiere siempre hay que seguir las instrucciones que vienen con el aparato. Como sabemos que ese librito puede extraviarse o acabar en la basura por error, os traemos algunos consejos. En los sex shop hay jabones específicos que velan tanto por la salud de este pequeño amigo como por la tuya, aunque pueden ser poco económicos. Para los bolsillos más ajustados recomendamos utilizar limpiadores con un ph neutro como jabones íntimos y nunca utilizar productos agresivos (lejías, detergentes, etc.).
Kerr sugiere utilizar el lavavajillas para limpiar vibradores que no vayan a motor, eso sí, sin jabón, ya que “la combinación de agua caliente y vapor será suficiente”. Los juguetes sexuales suelen estar hechos de silicona, cristal pirex o acero inoxidable, independientemente de su material y, si no te apetece encender el lavaplatos, puedes sumergirlos en agua hirviendo con jabón entre ocho y diez minutos. Si el aparto en cuestión va a motor con un trapo y limpiador bastará. Eso sí, dado que se trata de juguetes íntimos hay que limpiarlos después de cada uso para evitar posibles inconvenientes, contagios o vergonzosas visitas a urgencias.