Hoy en El Sexo Mandamiento os traemos a una pin-up diferente. Tina Aumont fue hija de otra leyenda hollywoodiense, aunque desarrolló una carrera fuertemente sexualizada en los años 60 y 70, cuando ser pin-up era ya algo impensable. Su carrera ha pasado desapercibida a ojos de la historia, pero su participación en el mal llamado ‘Manifiesto de las 343 guarras’ tendría mucho peso a la hora de despenalizar el aborto.
Nació como Marie-Christine Aumont el 14 de febrero de 1946 en Hollywood aunque, más adelante, se consideraría puramente europea. Fue la única hija del actor francés Jean-Pierre Aumont y de la intérprete dominicana María Montez (a su vez, de padre español). Aumont nació en la meca del cine, en la época dorada de las pin-up y bajo la alargada sombra de su madre, apodada como ‘La Reina del Technicolor’ o ‘El Ciclón Caribeño’. Montez fue hallada muerta en su bañera en 1951, cuando Marie-Christine contaba solo con 5 años, algo que la marcaría profundamente.
La pequeña Tina Aumont se crió con su padre y junto a la tercera esposa de este, Marisa Pavan, también intérprete. Como si de un cliché propio de la Disney se tratase, las relaciones entre Tina y su madrastra no fueron nada buenas, lo que haría bastante complicada la adolescencia de Aumont.
Con tan solo 16 años se casó con el actor y realizador francés Christian Marquand, aunque su carrera como intérprete no arrancaría hasta 1966. Fue una figura eminente en las pantallas italianas y francesas de los 60 y los 70. Trabajó para directores como el recientemente desaparecido Bernardo Bertolucci, Vincente Minnelli o Federico Fellini. Sus personajes estaban muy sexualizados y tuvo gran presencia en el cine erótico italiano que empezaba a emerger.
El ‘Manifiesto de las 343 guarras’
Si hay algo que a los franceses se les da bien son las revoluciones. En este caso no fue una revolución armada, sino un reconocimiento público que centenares de mujeres hicieron sobre algo no solo estigmatizado en el país galo, sino también penado; el aborto. El 5 de abril de 1971 la revista Le Nouvel Observateur publicó el Manifiesto de las 343 (conocido vulgarmente como ‘Manifiesto de las 343 guarras’ o ‘Manifeste des 343 salopes’, en francés).
En este escrito, 343 mujeres reconocían abiertamente haberse sometido a un aborto clandestino, exponiéndose a la censura pública y abrazando las posibles consecuencias penales. “Un millón de mujeres abortan cada año en Francia. Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación, practicada bajo control médico, es una de las más simples. Se sume en el silencio a estos millones de mujeres. Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado. Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre”, así arrancó Simone de Beauvoir el manifiesto, entre cuyas firmantes se encuentran Tina Aumont y Catherine Deneuve, además de otras personalidades.
El impacto fue espectacular. Una semana después, el semanario Charlie Hebdo publicó una viñeta contra los políticos franceses bajo el título ‘¿Quién dejó preñadas a las 343 guarras del manifiesto sobre el aborto?’. Dos años después, 331 médicos hicieron público otro escrito en el que se posicionaban a favor de la libertad para abortar. En enero de 1975 la ley Veil desapareció, despenalizando así el aborto durante las diez primeras semanas de gestación, algo que más tarde se ampliaría.
En cuanto a Tina Aumont, al igual que otras muchas pin-ups su carrera comenzó a decaer con el auge de la televisión. Aunque no se prodigó mucho en este medio, siguió trabajando hasta el año 2000, para entonces había participado ya en casi 40 películas. Tina residió en los Pirineos Orientales, junto a la frontera con España, hasta su muerte el 28 de octubre de 2006. Con tan solo 60 años una embolia pulmonar se llevó a una actriz que supo perseverar más allá de su figura hipersexualizada hacia un feminismo que supiese ayudar a todas las mujeres en general.
La lucha social no será sin la mujer.