La cultura se ha ido adaptando en los últimos años a los cambios de la sociedad. Si hablamos de cine LGTB, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, la diferencia puede apreciarse notoriamente. Vamos a hablar de tres películas de temática homosexual relativamente recientes y cómo ha ido evolucionando este tema en la gran pantalla.
Brokeback Mountain (2005)
Aunque estoy en contra de las películas que duran más de hora y media, Brokeback Mountain me encantó. La trama se sitúa en las montañas de Brokeback en los años sesenta donde dos vaqueros (Jake Gyllenhaal y Heath Ledger) son contratados para cuidar al ganado. Allí, solos y perdidos en la montaña descubren su sexualidad. La historia sigue la vida de los dos protagonistas a través de los años.
Cómo se vuelven a encontrar, cómo se casan con mujeres, pero siguen buscándose como pueden y cómo un trágico final pone de manifiesto que ser abiertamente homosexual en aquella época no era la opción más inteligente. La película causó controversia en su época debido a las escenas de sexo (no muy explícito) entre los dos hombres e, incluso, llegó a ser prohibida en China. Y es eso, al fin y al cabo, una historia sobre el drama que es ser homosexual.
Habitación en Roma (2010)
Esta película de Julio Medem narra la historia de dos mujeres (Elena Anaya y Natasha Yarovenko) que se conocen por casualidad una noche en Roma y pasan la noche juntas en la habitación de un hotel. Allí no solo follan, sino que también se conocen la una a la otra. Las dos tienen pareja y, de hecho, una de ellas está a punto de casarse con un hombre.
Pese a ser una película de temática homosexual, eso no es el tema central del argumento, como sí pasa en Brokeback Mountain. Si bien es cierto que no se sabe cómo es el entorno en el que se encuentran las protagonistas ni cómo interaccionarían con él si saliesen de esa habitación, pero para eso ya está la siguiente película.
Call me by your name (2017)
Por último, está esta película que habla de un amor de verano en toda regla. Aquí el protagonista (Timothée Chalamet) empieza a descubrir su sexualidad y acaba prendado de uno de los alumnos (Armie Hammer) de su padre, que es americano y ha ido a pasar el verano con ellos. Entre ellos surge una relación forjada en la amistad y en su pasión por el arte y la cultura.
Lo genial es que aquí ya no se plantea que son dos hombres besándose (salvo una escena final muy épica), simplemente es una historia de amor entre dos personas.
Por supuesto, queda mucho por hacer hasta que podamos ver en la pantalla parejas homosexuales, transexuales o bisexuales sin decir: ¡anda, mira! O sin que sea esa cosa que caracterice a un personaje, simplemente deber ser algo como el color del pelo, que no se cuestione por qué alguien es rubio o moreno.
En ese sentido es preciso dar un salto y empezar a tratar temas menos comunes en el cine como la transexualidad, el género fluido o la asexualidad, entre otras muchas cosas. Dicho esto, vean estas películas si no las han visto y otras que se quedaron en el camino, pero que versan sobre lo mismo como Los chicos están bien, In&Out o Una mujer fantástica.