En este fascículo de Pin-ups de ayer y de siempre nos desviamos un poco de la línea biográfica habitual para traeros la revista Yank, the Army Weekly. Gracias a este semanario Marilyn Monroe saltó a la fama y se hizo un hueco en el abarrotado y exigente mundo de la fama.
Yank también impulsó la carrera de otras muchas afortunadas, como es el caso de Betty Grable, Candy Jones o Ann Miller. Aunque su propósito era entretener a las tropas con mucho más que chicas escasas de ropa al final sirvió para que los soldados aliados acabasen sacándole brillo a su casco alemán.
Su primer número salió a la calle el 17 de junio de 1942 y fue muy popular durante sus tres años de vida pese a que el mercado estaba saturado en aquel momento. El eslogan «hecha por y para los hombres alistados» no deja lugar a dudas del perfil editorial de la revista. Y, como no podía ser de otra manera, el creador de Yank fue un militar, concretamente, el mayor Hartzell Spence.
Su contenido estaba creado por una amalgama de periodistas y soldados. Se componía mayormente de historias, personajes de cómic como G.I. Joe o Sad Sack y, por supuesto, el favorito del público, las fotos pin-up. Al igual que con los posters de la Super Pop, los soldados arrancaban las ilustraciones de la revista para colgarlas en la pared, de ahí que recibiesen el nombre de pin (o ‘colgar’) y up (‘arriba’).
Yank fue la publicación de estas características más famosa de sus tiempos. Tenía 17 ediciones en más de una veintena de países diferentes, aunque los números solían editarse desde Nueva York y después se mandaban a las delegaciones de Inglaterra, Mediterráneo, Europa Continental y Pacífico Oeste. Los cinco céntimos que costaba eran bastante competitivos y la revista no tardó en popularizarse.
De un lado a otro del frente las tropas esperaban con ansias un nuevo número que les ayudase a escapar del horror de la guerra. La mezcla de reportajes de calidad y mujeres semidesnudas en poses sugerentes hizo que Yank llegase a tener una tirada de 2,6 millones de ejemplares y alrededor de diez millones de lectores a nivel mundial. Aunque su recorrido fue bastante breve, si tiene el honor, por el momento, de ser la revista militar más longeva de Estados Unidos.
Cherry cherry, boom boom
Uno de los números más famosos de Yank fue publicado el 2 de agosto de 1945, apenas cuatro meses antes del cierre del medio. En sus páginas, una jovencísima Norma Jean Dougherty se revelaba ante el mundo mucho antes de convertirse en Marilyn Monroe. Ni su cabello era platino ni las fotos tomadas en una fábrica de municiones californiana eran especialmente picantes, pero algo en ella captó la atención del público y le dio el pasaje a Hollywood que necesitaba.
Lo más particular de las sesiones de fotos pin-up es que no todas eran explícitas. Algunas si mostraban una figura femenina con poca tela encima en una playa paradisíaca o con una mirada vampiresca, pero otras sólo mostraban rostros o vestimentas comunes. Al fin y al cabo, eran las modelos quienes creaban la magia. ç
Más allá de la rubia más famosa del cine, otras celebrities también se pasearon por la redacción de Yank en sus inicios. Rita Hayworth, Ingrid Bergman, Gene Tierney, Jane Russell, Lauren Bacall, Lucille Ball o Sherry Britton fueron las caras más conocidas que amenizaron esas largas noches en las trincheras.
Como todas las modas, Yank también acabó por echar el cierre meses después del final de la Segunda Guerra Mundial. Su mera existencia ya no tenía sentido al encontrarse los soldados en casa. Reportajes en profundidad, tiras cómicas, crónicas de primera mano escritas por los soldados y unas ilustraciones pin-ups cada vez más depuradas fueron el legado de una revista que, aún hoy, sigue alegrando a quien la lee.