El virus del papiloma humano (conocido comúnmente como VPH) afecta al 80% de la población en algún momento de su vida, según la Fundación Cancer Research de Reino Unido, es decir, es muy probable que tú o alguien que conozcas lo tenga en algún momento a lo largo de la vida. Es más, el estudio añade que el 35% de los encuestados no tenían ninguna información de los riesgos asociados al VPH, mientras que el 60% respondieron que tener VPH era sinónimo de tener cáncer.

El cáncer de cuello de útero, cervix o cervical es el cuarto más común entre las mujeres y la vacuna puede reducir su aparición en el 70% de los casos. | Fuente: Flickr.

Así derribamos el primer mito: no solo la gente con una gran actividad sexual está contagiada de VPH ya que este virus lo portan ocho de cada diez personas en edad de mantener relaciones sexuales, es por ello que para prevenir el contagio y posible desarrollo posterior de un cáncer de útero se vacune a las niñas en edades de 12 a 18 años, antes de que tengan su primer encuentro sexual.

Sin embargo no debemos alarmarnos tan pronto, existen más de 100 tipos de cepas del VPH, la gran mayoría son inocuas y el sistema inmune de casi todos nosotros las combate y elimina por sí solo, tan solo hay 13 tipos de cepas que estén relacionados con el cáncer de útero, también denominado cáncer cervical o cáncer de cervix. La vacuna reduce su aparición en entre el 70 y el 90% de los casos.

Virus del papiloma visto desde el microscopio. | Fuente: Wikipedia.

Este tipo de contagio se puede evitar utilizando un preservativo que impida que la parte de piel del pene infectada entre en contacto con las paredes vaginales. Sin embargo, ni siquiera este método elimina el riesgo de contagio. El VPH es un virus que también puede encontrarse en la piel de los genitales tanto masculinos como femeninos, es decir que puede aparecer no solo en el pene sino también en testículos y labios vaginales. Además también puede transmitirse por el contacto de la piel con la boca, garganta o labios (u otras mucosas). Podría compararse con el virus del herpes. Segundo mito derribado: no solo se trata de una ETS.

A pesar de que el cuerpo puede crear anticuerpos para combatirlo, la forma más eficaz de prevenirlo, y la más recomendada por la OMS y la mayoría de profesionales de la salud, es vacunarse además de utilizar preservativo, hacerse una revisión ginecológica anual, realizarse citologías cada 3 años y tener una correcta higiene de la zona íntima, como ya hemos dicho el VPH lo portan ocho de cada diez personas y, sin embargo, no todas desarrollan cáncer. Así pasamos a derribar el tercer mito: el VPH no significa que vayas a desarrollar cáncer.

Otro mito es que se piensa que las mujeres saben si tienen VPH, esto es falso ya que el virus es asintomático y los indicios solo se ven en revisiones ginecológicas y a través de citologías que recogen células descamadas en el moco cervical y encuentran si hay células cancerígenas. El cáncer de cuello del útero es el cuarto cáncer más común en las mujeres, por ello es importante realizarse estas revisiones una vez al año.

Apariencia de una verruga propia del VPH. | Fuente: Wikipedia.

Otra forma de evaluar, por nosotros mismos, si tenemos VPH es examinarnos nuestros genitales externos, las mujeres los labios vaginales y los hombres tanto pene como testículos, y ver si tenemos alguna pequeña verruga que nos indique que podríamos ser portadores del VPH. Aún así no hay que alarmarse, es el médico quién deberá valorar y considerar si se es portador o no de VPH.

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