En artículos anteriores, las compañeras y compañeros de El Sexo Mandamiento hemos hablado de la transexualidad, la disforia de género y los géneros no binarios, dando información básica al respecto de la diferencia existente entre estos conceptos. Sin embargo, queremos volver a este tema nuevamente ya que el domingo pasado fue el Día Internacional de la Visibilidad Trans.
¿Qué nos supone erróneamente el concepto visibilidad? Que tiende a confundirse con igualdad, como si ya lo tuviésemos todo hecho. Y esto, amigx míx, es un error enorme del que probablemente todxs tengamos mucha culpa.
Hablemos un momento del concepto de ‘passing‘.
¿Qué es passing?
En la comunidad LGTBIQ+ este término se utiliza para hablar de aquellas personas que por tener un género específico y una apariencia que concuerda en mayor o menor medida con lo estipulado por dicho género son juzgadas socialmente sin tener en cuenta como se identifica por sí mismx.
Es decir, si biológicamente tienes genitales femeninos y utilizas falda, te depilas y te maquillas, probablemente seas considerada mujer cisgénero sin que nadie te pregunte si tú misma te lo consideras. Y de esto puedo hablar por experiencia propia. O que se juzgue tu sexualidad.
Es cierto que, el término passinges aplicable a otros terrenos que supongan una «evaluación social»: no ser neurotípico y no aparentarlo, ser una persona racializada pero parecer occidental solamente por tus características físicas, que determinen tu clase social solo por tu aspecto, etc.
¿Hasta qué punto puede ser negativo este término?
Las personas que cuenten con el beneficio del ‘passing‘ pueden disfrutar de no sufrir ciertos abusos sociales, por supuesto. Sin embargo, también sucede que, dentro de los espacios seguros, puedes no encontrar el apoyo que necesitas por ser juzgadx de la misma forma. Ciñéndonos a la comunidad LGTBIQ+ occidental y hablando mal y pronto, muchas personas pueden a llegar a hacer un juicio o a tener una opinión sobre ti simplemente «porque no se te note«. Y esto trae resultados más negativos si eres una persona transexual y no se te ha dado el espacio o la seguridad determinada para que quieras hacerlo público.
Otro pequeño inciso, recalco lo de comunidad LGTBIQ+ occidental porque la construcción binaria de géneros ha sido construida a golpe de colonialismo para poder ejercer los términos de roles de poder con los que llevamos enfrentándonos unos siglos. Entre otras cosas, por esto es importante la visibilidad trans.
Trabajos como el de María Lugones (y el de otrxs autorxs), a los que se puede acceder fácilmente gracias a Internet, para quienes quieran profundizar en la materia tratan las cuestiones de la colonización y el género, mediante estudios de poblaciones indígenas donde estos conceptos no existían o, en algunas ocasiones, existían bajo un abanico más amplio y libre en donde no se determinaba nada únicamente por los genitales.
¿Adónde quiero llegar?
Existe un sistema que mueve el mundo actual y está creado para generar roles de poder que se basan en la clase, en la raza, en el género… y que están construidos simplemente para someternos a una opresión y que vamos mamando desde que nacemos. Y esto no se puede cambiar de la noche a la mañana, ¡claro que no! Pero, ¿qué menos que autoevaluarnos de forma consciente para poder hacer de este mundo un lugar mejor?
Lo que nos atañe en esta página, por ir al grano, es hacer de la cama (o un baño público, ya ahí cada cual con sus gustos) un lugar mejor. Y, para ello, es importante saber por qué es bueno preguntarnos por la visibilidad trans y lo que esto supone.
Atracción sexual y genitalidad: ¿poca deconstrucción?
Como hemos ido mencionando levemente, porque este tema da para escribir ensayos y ensayos, muchas veces una persona puede verse identificada con sus genitales biológicos, en otras no, puede mostrarlo abiertamente, puede «no notársele«, puede identificarse con características que tienen que ver con su sexo biológico pero encontrarse dentro de un paraguas más amplio (géneros no binario), etc.
Entonces, los conflictos que pueden surgir entre las orientaciones sexuales que se conocen y existen son realmente grandes, ¿verdad? Por supuesto y aquí es cuando viene el problema y se da pie a que se repitan los roles de género que tanto nos inculcan en un sistema cisheteropatriarcal.
Ver la genitalidad como un elemento definitivo para determinar quien es o no es una persona supone reducir las orientaciones sexuales a blancos y negros y volver a colocar como válidos solamente dos extremos palpables y accesibles en la ecuación, obviando toda la gama de grises que existen en el abanico.
¿Y qué genera esto? La invisibilización de personas, la tentativa a estar más expuestx a crear y fomentar las relaciones binarias y, por lo general, entre géneros (entendiendo esto como posiciones de poder porque pueden darse, por ejemplo, entre dos mujeres).
En muchas ocasiones, por no decir en la mayoría, la atracción hacia unos determinados genitales va muy ligado con la orientación sexual y no se puede cambiar. Ninguna mujer u hombre homosexual (ni hetero) debe sentirse culpable por solo sentirse atraído hacia uno o otros genitales si realmente es así. Sin embargo, estaría bien ver todo lo que hay detrás en muchos momentos y entender hasta qué punto nuestro deseo sexual está construido o no por el contexto social en el que nos encontramos.
Por ello, y para finalizar, reivindicaciones como la visibilidad trans son muy necesarias a día de hoy para una verdadera deconstrucción social.