En la entrada previa hablamos de erotismo en el cine español, llegando hasta Viridiana (1961), una de las joyas de nuestra filmografía. ¿Qué ocurrió en las salas después de la película de Buñuel?
El cine verde sesentero
Los años sesenta supusieron una época de crecimiento demográfico y desarrollo económico que desembocó – lentamente, y dentro de lo permitido por la censura – en una producción cinematográfica más distendida.
Frente a las corrientes vanguardistas del Nuevo Cine Español o de la Escuela de Barcelona, surgen comedias para el gran público que
crean nuevos prototipos de hombres y mujeres, más alegres y desinhibidos.
Estas películas dieron pie al cine verde, género protagonizado por el «españolito medio», un nuevo personaje desbordado por la libido y que a menudo interpretaron actores como Cassen, José Luis López Vázquez o Alfredo Landa.
Este personaje, abordado en tono de comedia, se caracteriza por un ansioso desenfreno sexual, consecuencia de la represión sufrida por la sociedad española y, en consecuencia, también por el cine español.
Películas como El mujeriego (en la imagen), Objetivo bi-ki-ni (Mariano Ozores, 1968) Un adulterio decente (Rafael Gil, 1969) o Aunque la hormona se vista de seda (Vicente Escrivá, 1971) formaron parte del cine español picante tardofranquista, un cine cosificador y sexualizado
La Transición y el fin de la censura
Una crisis en la producción cinematográfica, las demandas sociales y el asesinato de Carrero Blanco – pistoletazo de salida para el final del franquismo – desembocaron en el último código de la censura: permitir el desnudo «siempre que esté exigido por la unidad total del film».
De este modo se produce el primer desnudo integral del cine español; lo protagonizó María José Cantudo en La trastienda (Jorge Grau, 1975).
Tras la muerte de Franco, y en un contexto de progreso y de detrimento del consumo de cine español frente al extranjero, se dicta el siguiente decreto:
«La cinematografía, como un componente básico de la actividad cultural, debe estar acorde con el pluralismo democrático en el que está inmersa nuestra sociedad.» (Ver completo; Decreto Ley 3071, de 11 de noviembre de 1977).
Con esta ley finalizaban cuarenta años de censura y llegaban a las salas especiales nuevas categorías, como por ejemplo las películas explícitamente pornográficas (hardcore), y a las salas ordinarias las películas de porno softcore.
Liberación sexual y cine de destape
Del destape español ya hemos hablado en El Sexo Mandamiento, y es que esta etapa de reivindicación de la sexualidad ha marcado profundamente la historia de nuestro cine – aunque también, y por la demonización del sexo, lo ha estigmatizado -.
El destape se caracterizó por explotar con éxito lo que su antecesor, el cine verde, le había dejado preparado. Películas de carácter marcadamente sexual, cuyo argumento giraba en torno al deseo y a la mirada masculina, en las que había muchos desnudos – femeninos – y se celebraba el sexo.
Algunas de las estrellas femeninas de este cine fueron María José Cantudo, Nadiuska o Susana Estrada. Esta idea de libertad sexual recuperada hacía patente, sin embargo, un cine misógino y de mirada patriarcal, que veía a las mujeres como meros objetos sexuales.
En definitiva, el destape llegó de manera paulatina, precedido por películas sugerentes que abogaban por la liberación sexual. Así, la represión del erotismo supuso que su proyección final supusiese todo un éxito de taquilla durante años.