Hoy ha sido un día complicado para muchos. Se avecinan cuatro años de violencias directas e indirectas hacia toda persona que no entre en el cuadro del hombre blanco, cis, hetero y con dinero. Pero desde El Sexo Mandamiento queremos deciros que parte de la resistencia y la revolución se realiza a través de la sexualidad y los afectos.
Por ello, prepárate los próximos cuatro años para:
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Dar el beso más apasionado a la persona que tengas cogida de la mano cuando caminar por las calles de Madrid pueda convertirse en algo hostil debido a las miradas indiscretas.
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Reivindicar una y otra vez tu género no por lo que otros dicen sino por lo que tú eres,
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Hacer una felación en el baño al chico que no te ha quitado el ojo en el bar de Chueca y del cual no sabes ni su nombre, ni tampoco importa
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Comerle el coño a tu novia a primera hora de la mañana antes de irte a trabajar. Porque llevas cinco años con ella y nadie te tiene que venir a decir ahora lo que está mal o no.
- Crear redes afectivas más sólidas que nunca.
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Disfrutar del sexo en grupo, de las relaciones múltiples y de todo aquello que pueda atentar contra las normas más convencionales.
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Tener prácticas sexuales más cercanas a la normatividad sin meterte en la vida de otras personas y en lo que hacen con sus cuerpos.
Utilizar el sexo como arma, como forma de reivindicación es una de las mejores formas que tenemos para darnos cuenta de que no estamos solos en días como el de hoy. Se trata de pequeñas conversaciones no verbales, de maneras de apoyo más carnales en donde debe primar la unión entre dos (o más) personas.
No importa de si hablamos en el contexto de follar o de hacer el amor, de si nos conocemos desde hace dos horas o desde hace años, aprovechemos esos pequeños espacios, esos minutos y esas horas que nadie puede arrebatarnos por mucho poder que tenga.
Hagamos de las bromas privadas, de las posturas que se dan bajo las sábanas o del propio sexo torpe, de pie y con prisas del que acaban saliendo hasta moratones por el descuido un movimiento político. Un pequeño pacto en contra de todo lo normativo que, con más fuerza que nunca, van a intentar vendernos.
Es el momento de no esconderse y unirse más que nunca desde la intimidad y la privacidad y aunque nunca nos vayamos a encontrar por las calles. Porque aunque ellos hayan pasado, eso no nos va a afectar a la hora de tener orgasmos. Y no vamos a dejar de disfrutar de la satisfacción de que eso os joda.
En definitiva, es la hora de demostrar que el afecto y que el placer pueden convertirse en grandes aliados para hacer de estos cuatro años una revolución a través de la sexualidad que haga historia.