En una semana comienzan mis vacaciones de verano y estoy en el punto de despedirme de aquellos a los que no voy a ver en todo el mes. Mi pequeña manía. Ya había quedado con mi mejor amiga y nos actualizamos un poco la vida. Qué si se va a tal sitio de viaje, que si se va de crucero… En fin, mi único plan de vacaciones es que probablemente me tire a unos cuántos. ¿Buenas vacaciones, eh?
La verdad es que me apetece mucho un buen polvo, hace unos cuantos meses que no quedo con Marcos y lo empiezo a echar de menos. Me da demasiada pereza hasta mirar las maletas, el hecho de tener que llenarlas con toda mi ropa me agobia. Así que decidí aplazarlo y me meto en la ducha.
De pensar en Marcos y en lo que me hizo la última vez me han entrado ganas de verle. Tengo la casa libre… ¿Y si le hablo? Cuando salga de la ducha lo haré. Si una está cachonda se dice, ¿No? Termino de ducharme y salgo con una sonrisa en la boca pensando en que puedo tener un polvazo en una hora. Cojo el móvil y, sorpresa, mensaje de Marcos recibido.
- ¡Hola! ¿Qué haces?
¿Marcos hablándome? Eso es que está cachondo. Aprovecharé la oportunidad.
- ¡Hola! Pues acabo de salir de la ducha…
Involuntariamente me tumbo en la cama y deshago el nudo del albornoz. Es muy típico en mi salir cachonda de la ducha, así que mis piernas se abren como de costumbre. La posición es la ideal. Unos cuantos cojines bajo de mi para poder acceder con facilidad a mi placer…
- ¿Así? ¿Puedo verlo?
Como no, directo al grano. El sexting me apasiona, el hecho de estar haciéndome una foto o incluso un vídeo y saber que él se va a masturbar viéndome me da muchísimo morbo… Así que sin contestarle le envío directamente una foto con las piernas bien abiertas. Y encima, recién depilada.
- Joder, anda que avisas.
- Bueno, sorpresa de antes de las vacaciones. ¿No te ha gustado?
- Sabes que si. Me pones muy cachondo.
- ¿Te vas a tocar?
- Ya lo estoy haciendo
Dios, se está tocando viéndome. Es que nunca dejará de ponerme este hecho. Oigo el sonido de un mensaje, genial, una foto suya. La abro con ansias y mi coño ya empieza a humedecerse muchísimo. Menos mal que tengo el albornoz debajo…
Ver su mano rodeando su polla bien dura y gorda, la que hace meses me rellenó entera y hasta el fondo, me provoca mucha excitación y ya empiezo a perder el control. Mis manos bajan rápidamente a mi coño y me meto los tres dedos directamente para comprobar cómo de mojado está. Lo que suponía, chorreando.
Le envío un vídeo de cómo me reviento el coño y la forma en la que el flujo que sale de él me empapa los dedos. Sé que le encanta verme mojada, así que decido escupir en mis dedos y llenos de saliva los deslizo por todo mi coño.
- Hostia, estás mojadísima. Ojalá pudiese darte un buen repaso con mi lengua…
- Sabes que me encantaría… pero más que me taladraras…
- Qué cerda estás…
- Así soy yo
Mis manos descontroladas frotaban el clítoris con fuerza y con rápidos movimientos. Sé que él se está dando la paja de su vida con mi vídeo. Pienso en cómo le suena, como de mojado tendría que estar y lo que me encantaría cabalgarle en este momento.
Cómo si me hubiera leído la mente recibo un vídeo suyo masturbándose rápido y duro. Me pone mucho saber que he sido yo la causante de su excitación. Ver cómo sube y baja su mano y el glande tan apetecible que tiene va apareciendo conforme hace su descenso…
- Me encantaría comértela entera…
- ¿Hasta el fondo?
- Tú mandas… el control de follarme la boca la tienes tú…
- Me voy a correr… ¿Dónde te gustaría?
- Que sea sorpresa…
Ya no sentía mi mano, iba completamente sola y no llevaba ningún control. Estaba cachondísima y a punto de correrme. Un sonido empieza a molestarme… ¿Será el móvil? No. El ruido no deja de sonar. ¿Qué coño es eso? Bah, ignoralo. Pero insistiendo, insistiendo…
Me despierto en el sofá de mi casa. ¿Qué cojones? Era un puto sueño y ni siquiera he podido terminarlo. Veo las maletas en frente mío, pereza es la palabra que me viene a la mente. Cojo el móvil por instinto… ningún mensaje de él.
Oigo el timbre. ¡Hostia es verdad! Abro la puerta y…
- ¿Marcos? ¡Hola! ¿Qué haces aquí? ¿Qué tal las vacaciones?
- Hola… eh… bien gracias. Es que he soñado contigo…
Sin pensar mis ojos se dirigen a su polla. Estaba cachondo.