Tócalo otra vez. Toca los acordes de la canción infinita que sale de mi cuerpo cuando te acercas. Tócalo, no pares, no te vayas.
Porque llegaste, como llega el amanecer hasta a la noche más oscura y nadie puede decirle al Sol que no salga. Es una locura pensarte y no tocarte. Saber que estás pero no a mi lado. Saber que existe el verano cuando yo solo conocía el frío del invierno.
Tócalo otra vez. Tócame otra vez. Recuerda la noche en que me miraste por primera vez y pensaste en hacer música a la luz de la luna. Música sin instrumentos, solo tus manos, tú y yo.
Y mírame y dime que tengo cara de muñeca. Rompe las leyes solo para oírme reír. Lléname lo que creí que estaba vacío. Lo haces tan bien, el amor, el oral, el besar, el reír, el vivir… Todo tiene ese punto absurdo, de locura incomprendida, esa misma locura que me acompaña en mis días, esa que pensaba que jamás vería en otra persona.
Así que tócame otra vez. Hazme temblar, gemir, gritar. Hazme perder la noción de tiempo, perderme en tus besos y dejarme ir en un orgasmo. Ver como cae el sudor por tu frente y tragar tu saliva.
Besa mi cuello otra vez. Haz que se erice hasta el último poro de mi piel. Cuéntame esa historia prohibida para que sea nuestro secreto. Dejame tocar tu pecho, hacerlo mío. Chico, yo no sé que tienes, pero lo tienes y me encantas. Me encantas tú por lo que eres y por lo que soy cuando estamos juntos.
Tócalo otra vez. La guitarra que forman mis curvas es perfecta para tus manos. Deja que tu boca viaje lejos, que me gusta cuando me besas y pasas tu lengua suave y húmeda por lo más íntimo de mi. Y haces que me corra. Me tienes cogido el punto. Sabes que canción tocar para hacerme ir.
Quiero hacértelo una y mil veces más. Quiero ver como me miran esos ojos de niño cuando me pongo encima. Cómo te gusta cuando te mando. Cómo te ríes por cualquier cosa. Cómo follamos durante horas que parecen minutos. Cómo no me canso ni me cansaré de tocar tu cuerpo.
No quiero que llegue esa última vez inevitable. No quiero que me digas que la distancia es imposible. No quiero que me digas que esto es pasajero. Porque no hay luna sin sol ni sol sin luna. Porque necesitamos esto como la vida a los amaneceres. Que tú me cantas y yo te bailo, que tú me tocas y me descontrolo, que yo te beso y te vuelves loco. Que esto es una locura pero tú sabes que los artistas no estamos cuerdos mi niño.
Tócalo otra vez. Tócalo mil veces más. Pero no permitas que esta sea la última.