A principio de este año, hablé de Sex Education y de la importancia de que se desarrollase una serie como esta, en la que podemos ver a adolescentes cuestionarse, disfrutar y liarla con cuestiones de sexo. Lo recordáis, ¿verdad?
Pues tranquilos que hoy traigo otra que, personalmente, diría que es hasta mejor. Y esta nueva serie es Euphoria, la cual ya cuenta con todos los capítulos de la primera temporada disponibles en la plataforma de HBO.
Todos los elementos para crear el cóctel llamado «serie para adolescentes» vas a encontrarlos: experiencias sexuales desastrosas, vídeos filmados sin permiso, intentos de denigración a las mujeres, etc. Sin embargo, te vas a dar de bruces contra las respuestas más hilarantes, originales y, quizás, perturbadoras (a veces) ante estas situaciones.
¿Euphoria habla mucho sobre sexo?
Una película, libro, serie, o producto cultural que cuenta la historia de adolescentes de instituto ya te da la respuesta. Obviamente, sí.
Rue Bennet, interpretada por la ya conocida Zendaya, es la protagonista principal y la que se encarga de actuar como narradora para introducir la historia de los distintos personajes que aparecen.
Y aquí se presenta uno de los puntos más interesantes y que más destaco sobre la serie (no tiene que ver con el sexo, para ya me adentraré en ello luego). Rue, no es ni una adolescente alocada sin más, ni una estudiante modelo que va a sufrir de acoso por parte de sus compañeros. Entonces, ¿qué me va a ofrecer esta niña de 17 años?
Su personaje acaba de salir de rehabilitación por haber sufrido una sobredosis. Desde bien cría, y debido a una serie de problemas psicológicos relacionados con la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo y, para más inri, la posibilidad de poder desarrollar una depresión motivada por estos factores y por los dramas adolescentes, se nos normaliza desde el minuto uno, la posibilidad de que existen personas en este mundo que se encuentran en estos parámetros alejados de la neuronorma desde el día en el que nacen.
Y, como sucede en el caso de Rue, prefiere evadir el dolor y la sensación de notar que se está muriendo constantemente con el abuso de drogas que, sabe de sobra, que no servirá para nada.
El personaje de Zendaya, conoce a una nueva chica que ha llegado al pueblo Jules y, casi desde el primer momento de la serie parece sentir una atracción muy especial que irá desarrollándose a lo largo de los capítulos. A su vez, otros personajes, en donde destacan los femeninos, irán mostrando parte de sus tramas y abrirán al espectador, de forma paulatina, parte de su identidad.
En la mayoría de los casos, esta identidad personal e individual tiene mucha relación con el mundo del sexo: de las distintas formas de vivirlo, de los resultados erróneos debido a una mala aceptación, de las buenas experiencias, las malas, la normalización y el empoderamiento.
El sexo, lo queer y la revolución hormonal
Una de las cosas buenas que tiene esta serie, es que todo lo narra desde una la normalidad que considero no haber visto en ningún otro producto de este estilo. Dejando al lado los momentos en donde se juzga una mala praxis en cuestiones sexuales y se habla abiertamente de los abusos y del acoso que sufren las mujeres, aspectos como la bisexualidad o la transexualidad no tienen mayor importancia para el desarrollo de ninguna trama.
Lo que quieren decirte es que los adolescentes son egoístas, gilipollas y que están condicionados por la falta de experiencia y la poca empatía a la hora de tratar a los demás. Ah, ¡y no hablemos de las hormonas!
Todo lo demás que te pueda definir o que pueda utilizarse para dramatizar la situación va a quedarse en un segundo plano. Y eso es sencillamente maravilloso.
Y, para no terminar haciendo ningún spoiler, me paro aquí y os recomiendo a todos, encarecidamente, Euphoria.