Un debate que existe desde hace mucho tiempo con respecto al tema de la orientación sexual es si esta viene determinada por una construcción social o si, por otro lado, es un componente genético lo que predomina sobre tus preferencias y gustos.
Es cierto que existen una gran cantidad de opiniones acerca de este asunto. Muchos creen que es genética, otros que es algo social, algunos prefieren elegir la mezcla y, mis favoritos, los que piensan que es la heterosexualidad la que está construida socialmente.
¿Tenemos la respuesta?
Sin embargo, en estos últimos días, se está haciendo eco a un estudio realizado por Benjamin Neale, un investigador genético del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Harvard que afirma que aquellos que se posicionaban en el medio del debate van a ser los que lleven la razón.
Para llevar a cabo la realización de este estudio, el equipo de Benjamin ha contado con 493.001 participantes de Reino Unido, Suecia y Estados Unidos para llevar a cabo el experimento. Es decir, estamos ante el estudio más grande llevado a cabo sobre la orientación sexual.
Es importante decir que este estudio se ha realizado únicamente con hombres y mujeres cis de raza blanca, que afirman haber tenido, al menos, una experiencia homosexual en su vida.
También, durante el periodo de investigación, parte del trabajo de campo consistió en la comparación con otros datos obtenidos en estudios similares en donde se aplicaron las mismas técnicas.
Ahora, el día 30 de agosto publicaron la investigación con los resultados de la misma.
El equipo afirmó que la implicación del factor genético es de un 32%. Y, si hablamos de genética y comportamiento sexual, éste sólo se encuentra entre el 8 y el 25% del ADN. Otro de los resultados fue que en los genomas se hallaron únicamente cinco variantes genéticas relacionadas con la orientación sexual.
La conclusión final: no hay un gen gay existente como tal. Contamos con muy poca información genética que permita que este rasgo se desarrolle por sí solo sin contar con un contexto social que termine de ayudar a su desarrollo.
¿Posible controversia?
Vivimos en una sociedad en donde todavía nos queda mucho por hacer para que todas las personas puedan vivir su sexualidad libremente sin que a otros les importe o quieran incidir en este tema.
Las agresiones hacia los miembros del colectivo LGBTIQ+ son prácticamente diarias (y eso que hablamos únicamente de las que encuentran su hueco en las noticias). Incluso, este año hemos oído más de la cuenta las palabras: terapias de conversión.
Sacar a la luz un dato como este podría llegar a tener su lado negativo dentro de estas mentalidades y en este tipo de agresiones. Al confirmar que uno no nace predominantemente homosexual, gran parte de los discursos de odio podrían llegar a aumentar y volverse más intransigentes.
¿Significa esto que el hecho de que se haya realizado esta investigación es malo?
No, por supuesto que no. Las personas que quieran implicarse en una guerra contra los derechos de los demás siempre acabarán encontrando la manera en la que llevarlo a cabo. Al menos, esa es mi opinión.