Siempre hablamos, ya no solo en esta página, si no en distintas conversaciones con amistades o conocidos, de ciertas cosas que a las mujeres no nos gustan en la cama, pero que igualmente ocurren.
Hace poco, comentando este tipo de situaciones en un taller, los asistentes nos reímos de forma reiterada, pero la triste realidad es que lo hicimos porque nos ha pasado. Todos tenemos una mala educación sexual, o más bien, una bastante pobre y en la práctica se acaba notando.
¿A ninguna le ha pasado que ha dicho alguna vez: Ay, mira, pues esto precisamente no me gusta, no me excita del todo (o me hace daño); y la respuesta que recibe es: ¡Anda!, eres la primera persona que me lo dice?
Cariño, probablemente mi clítoris, o mi cuerpo en general, no sea el raro, es que a ti te llevan mintiendo toda la vida. Y de esto no nos libramos ninguno. Básicamente, porque la comunicación es una parte esencial dentro del sexo y, a veces, nos la saltamos.
Por ello, hoy voy a hablar de algunas cosas que, por norma general, no nos gusta que sucedan en la cama. Así que, por favor, apaguemos todos el porno y empecemos a escuchar a la persona con la que vamos a follar.
Cosas que tener en cuenta antes de acostarte con alguien
Seguid primero el consejo del párrafo anterior, no tengáis en cuenta lo que veáis en la pornografía, por favor. Esto no significa que ciertas prácticas no puedan gustarle a alguien, todo se puede hablar y, al final, acabaremos sacando todos los trapos sucios.
Pero, antes de haberlo conversado y, sobre todo, si no conocéis bien a alguien, no intentéis eyacular en su cara o agitar sus pechos sin pensar en el placer de la otra persona tan solo para frotarte el pene.
Otra cosa, el clítoris es una zona del cuerpo muy sensible (esto también podéis aplicarlo a los pechos), así que ¿Por qué le dais golpes? No sois el bajista de un grupo de jazz. Parad.
Ah, y otra cosa, ni tiene por qué salir de ahí un chorro a modo de fuente, ni nadie se debe ofender si recibe un poco de ayudita externa para encontrar el punto exacto.
No deis nunca nada por sentado
Este consejo vale para todos por igual, ya que, por ejemplo, en un momento de excitación, una persona puede desear algo o actuar de forma más impulsiva y que todo confluya de forma óptima.
Sin embargo, esto no quita que, normalmente, los preliminares sean un bien necesario para todos. Puedes encantarme y atraerme muchísimo que, si he tenido un mal día en el trabajo, voy a querer que me estimules un poquito.
Además, estaría bien recordar que el sexo no solo fluye gracias a la zona genital y, por lo tanto, no debe quedarse únicamente ahí la acción.
Las “sutilezas”
¿Qué me decís de esos momentos en donde te estás dando el lote con otra persona efusivamente, todo va bien y notas como hacen presión de tu cabeza o nunca hacia abajo? Exacto.
No se trata de que lancéis una indirecta o de que acabéis provocándole una joroba a la otra persona por arquear el cuello. Si queréis sexo oral y tenéis confianza con una persona, ¿sabes cuál es la opción más fácil para que ocurra? Hablarlo verbalmente y sin empujones de por medio.
Pero, esto no significa que la respuesta vaya a ser un sí, ni que esta práctica sea completamente obligatoria en todas tus relaciones sexuales.
Otra de las sutilezas más famosas es la de equivocarse, accidentalmente, de dónde la estás colocando. En el peor de los casos, esta broma podría llegar a salir muy mal y dejar a la otra persona muy dolorida, así que, seamos todos honesto y, como hemos dicho antes, hablemos sobre lo que queremos hacer y lo que no.
Consejos extras
¡No he terminado todavía!, un último aporte antes de acabar, ¿sabéis que nos gusta a todos? Oír como gime nuestra pareja sexual.
Piénsalo un momento, si a ti te excita escuchar la respiración, como llega al orgasmo o ver como se retuerce y va produciendo ciertos sonidos, ¿por qué a la otra persona no puede ocurrirle lo mismo? Decid no al sexo en modo ninja a no ser que sea totalmente necesario.