Estoy harto de viajar en bus. No quepo en los asientos, es una rutina aberrante, son incómodos y monótonos. Nunca pasa nada en el autocar.
Mes: octubre 2019
Abracé el chocolate con mis labios y lo saboreé con la punta de mi lengua. Sus dedos abrazaron al mismo tiempo mis labios y aproveché para lamerlos también. Escuché como se agitaba su respiración y entonces dejé de sentir sus dedos para después recibir sus labios. Mordí un trozo del chocolate y tomó el otro entre su boca y después de masticarlo por unos segundos, me preguntó su sabor.