Quizás nunca te habías planteado que alguien pudiera ser alérgico a sí mismo, pero hay una parte de la población que lo es. Se trata de los alérgicos post-orgásmicos, personas que sufren una gran alergia a su propio semen después de eyacular.
Esta rara enfermedad fue descubierta por el neurocientífico holandés Marcel Waldinger, neuropsiquiatra de la Universidad de Ultrecht y Director del Departamento de Neurosexología del Hospital de Leyenburg en La Haya, Holanda, en el año 2002. Y aunque ha descubierto en torno a 200 – 250 personas afectadas, Waldinguer está seguro que hay muchos más casos que nunca se llegan a desvelar, ya sea por vergüenza o, otra causa.
¿De qué se trata exactamente?
El Síndrome de Enfermedad Post Orgásmica (POIS) es un extraño trastorno que únicamente pueden sufrir los hombres. Y aunque todavía las investigaciones no han conseguido concretar de qué se trata exactamente, los expertos lo asimilan a una alergia, pues sus síntomas son muy similares. Se trata de una reacción inmunológica del hombre a su propio semen.
Esta patología es un tanto peculiar, pues mientras el semen está dentro de los testículos el hombre no siente ningún tipo de malestar. Sin embargo, es a la media hora o, incluso a las horas cuando el sufrimiento comienza a aparecer.
Según el Centro Nacional para el avance de las Ciencias quien lo padece ha llegado a experimentar fatiga extrema, debilidad, sudoración, cambios en el estado de ánimo o irritabilidad, problemas de memoria o dificultades de concentración e incluso picor de los ojos. Estos síntomas se suelen manifestar después de la eyaculación masculina y suelen durar entre dos y siete días y desaparecen por si solos.
Ante esto, los investigadores han tratado de buscar una solución para los cientos de hombres que lo padecen y, han tratado de disminuir los efectos mediante la exposición gradual al semen. Esto ha llegado a mejorar los síntomas en un par de hombres afectados. Mientras tanto y ante la llegada de un tratamiento definitivo para este tipo de «alergia», algunos hombres afectados han sido tratados con antihistamínicos para contrarrestar sus efectos.