Hace poco descubrí una práctica del BDSM llamada, en inglés, ‘Tease and Denial’. Se trata de la denegación y el control del orgasmo del sumiso. Esto se realiza con técnicas que van desde el bloqueo y la inmovilización. Se para antes de llegar al clímax y puede complementarse con prohibiciones verbales.
Normalmente, pese a que existen distintos juegos aplicados a hombres y mujeres para alargar el momento de la eyaculación, es cierto que, esta actividad suele ser más utilizada sobre una persona masculina que está siendo sometida. La ama o el amo obtendrá una nueva forma de controlar el placer, dando lugar a una serie de ventajas físicas y psicológicas que pueden aplicarse al resto de la relación de estas personas.
Denegación y control del orgasmo: ¿en qué consiste exactamente?
Se comienza con una estimulación genital intensa y profunda que deje al sumiso cerca del orgasmo. Una vez llegados aquí, hay que parar. Esta opción será repetida varias veces, aunque cada vez se vayan acortando los intervalos.
Al contrario de lo que sucede con el ‘edging’, la idea de principal de esto es llevarle hasta tal punto que pueda convertirse en “locura”. Entendámonos. La persona sometida pasará por un estado de hipersensibilidad, jadeos y euforia que lo pondrán en control absoluto de su amo o ama.
El sujeto dominante y sus apelaciones a la negación constante serán el estímulo de placer definitivo. Cualquier acción física o verbal que vuelva a someterle a ese “parón” se transformará en un condicionamiento operante para que su excitación aumente más y más.
Beneficios en la relación
El ‘Tease and Denial’ puede traer consigo grandes beneficios físicos y psicológicos donde ambas partes de la relación podrán disfrutar de igual manera.
- La ama o el amo encontrará una nueva forma de controlar al sumiso de manera efectiva y directa, que podrá atribuir a otras prácticas como pueden ser el ‘ruined orgasm’ (orgasmo arruinado) o a la hora de trabajar junto a jaulas de castidad
- La práctica repetida de esta técnica acondicionará al sumiso a tener un mayor control de los orgasmos, permitiendo prolongar sus contactos sexuales y trabajar para conseguir eyaculaciones más placenteras
De sumisiones y otros estigmas
El BDSM es un conjunto de prácticas sexuales completamente legítimas y placenteras. Pueden ser desarrolladas por dos personas adultas con total consentimiento mutuo sin herirse entre ellas.
Sabemos que existen muchos estigmas al respecto pero está más que demostrado que esta forma de practicar sexo trae consigo grandes ventajas.