A todes nos ha pasado en algún momento u otro lo de que sin venir a cuento de nada en especial te empiece a picar la zona vulvar. Si es ocasional puede no ser nada importante, pero si se convierte en algo que dura varios días, tal vez tu cuerpo te esté diciendo que algo no es como debería. Ahora en verano, entre el cloro de la piscina, el agua salada del mar, el sudor y el calor, no es raro que se altere la flora y haya irritaciones de todo tipo, más y menos superficiales. Pero ojo, que no todos los picores vulvares son iguales ni aparecen por las mismas razones.
Precisamente por todo lo que conlleva el verano y que acabamos de mencionar, no es raro que este picor venga dado por la cándida, esa molesta levadura que a veces se descontrola y nos lleva por la senda de la amargura entre el escozor y el picor vulvar. Además de esto, la candidiasis también trae otros síntomas, entre las que son más habituales tener flujo blanquecino, espeso y grumoso, y un olor algo desagradable. La vulva se hincha y se convierte en algo súper molesto, pero que por suerte tiene un tratamiento sencillo.
Pero no siempre es por esto por lo que pica la vulva, y a veces la sometemos a los agresivos tratamientos contra la candidiasis cuando no toca. Va a parecer una obviedad, pero la vulva es piel, y como al resto de piel del cuerpo, hay que hidratarla y cuidarla. Resulta curioso que muchas personas conviven con el picor de la piel seca en una zona tan sensible como la vaginal y no es demasiado conocido que existen cremas, hidratantes vulvares, que ayudan a que la piel esté sana incluso en nuestras zonas más íntimas. Estas cremas, respetuosas con el PH de la piel y la flora vulvar, se pueden extender por toda la zona y previenen y alivian los picores que puedan estar producidos por la deshidratación de la piel.
Estas cremas no son tratamientos médicos, sino más bien productos específicos para esta zona tan delicada. Antes de atacar a nuestra vulva con los agresivos tratamientos contra la cándida, puede ser buena ida echar un vistazo profundo a la vagina y empezar probando con la crema antes de ir a por el medicamento. No serías la primera persona ni la última en creer que, por el picor vulvar, padeces de candidiasis cuando en realidad el problema es mucho más leve.
No obstante especialmente en verano, es importantísimo intentar estar el menor tiempo posible con ropa húmeda en contacto con la vagina, usar braguitas transpirables y cómodas, y que no hagan rozaduras. Enjuagar la zona después del chapuzón es bueno siempre que podamos, sin olvidar que no es recomendable usar jabón en las zonas vulvares, y evitarlo especialmente en los tejidos con mucosa para evitar los desequilibrios que pueden llevar a molestias de un tipo u otro.
Os recomendamos estar pendientes del cuerpo y escucharlo, además de mirarlo con frecuencia para poder ver los cambios que se producen y hacer un seguimiento de la evolución del propio cuerpo, que nunca deja de cambiar. Ante la duda lo mejor es que acudáis a un médico para que os haga un exudado vaginal y chequear que está todo en orden antes de tomar medidas que puedan hacer daño en nuestros tejidos.