Las seguía desde hace años, no recuerdo ni cómo descubrí la cuenta de Teta & Teta. Pero se he que he aprendido mucho de ellas, que las tetas no son solo cosa de mujeres, que hay mujeres que o se han quedado sin tetas o solo tienen una por alguna enfermedad. Que hay tetas tubulares, grandes, pequeñas y de todas las formas. Que mis tetas no son colgonas, como he pensado durante mucho tiempo, y que el pecho perfecto que nos venden como estándar, no es demasiado habitual. Y hoy la censura de instagram ha vuelto a ejecutar con su ley marcial y ha borrado la cuenta de Teta&Teta, recordándonos una vez más, que para ellos los pezones femeninos son el peor pecado que se puede compartir en internet. Incluso peor que los colectivos que insultan e incitan a la violencia y al odio hacia otros grupos.
No sé si lo sabíais, pero las operaciones de pecho pueden hacer que pierdas la sensibilidad en los pezones. Y hay personas que se arrepienten de habérselos operado, igual que hay quienes aseguran que ha sido la mejor decisión de su vida. Yo no lo sabía hasta que lo leí en esta cuenta de instagram, que hablaba de temas mamarios para todas, todos y todes. Igual que me enteré de que es habitual tener un pecho algo más grande que el otro, y de que mi extraña relación con mis tetas no es solo mía, que a muchas nos pasa. Es una relación muy personal en la que entran los tamaños, la sexualización y la ropa importan, lo mismo que importa todo el cuerpo cada vez que nos miramos al espejo.
Esta cuenta visibilizaba los pechos de todo tipo, trabajaba por alejar la sexualización de esta parte del cuerpo, y compartía experiencias muy diferentes y abiertas, pero siempre en la misma dirección: Normalizar una cosa tan simple y tan sencilla como las mamas.
Lo que más absurdo me resulta de todo esto, es que el principal motivo por el que la censura de instagram ha ido a por la cuenta no es otro que un post que denunciaba a todos los mirones que aparecen cuando en la playa las mujeres se quitan la parte de arriba. De hecho en una encuesta de instagram stories, dentro del público que no se quedaba en topless, muchas mujeres aseguraron que era por evitar la situación incómoda en la que algún hombre se quedase mirando o intentase invadir el espacio personal de la otra persona. Por desgracia es bastante habitual que esto suceda. Que la gente se piense que tiene derecho a tocar a alguien solo por estar exhibiendo una parte del cuerpo. Y está costando mucho hacer entender que eso no va así.
Por suerte, aún no se ha acabado su trayectoria, y siguen disponibles en su web y en su página de facebook, apoyando a proyectos como el sujetador para mujeres con una sola teta o el desarrollo de un mapa en donde encontrar locales de todo el mundo en donde dar el pecho no es motivo para increpar a nadie. Que idealmente no tendría por qué existir un mapa así, porque realmente no existen razones lógicas por las que pueda ser mal visto alimentar a un bebé de la forma más natural, pero el personal es muy sensible para según qué cosas.
En fin, no voy a decir que me sorprenda la censura de instagram a estas alturas de la vida, una red social que tarda menos en censurar un pezón que en borrar cuentas con contenido violento o directamente ilegal, pero sí me molesta. Me molesta porque es una censura al aprendizaje y la naturalización, desde una perspectiva natural, compartiendo realidades y favoreciendo la visibilización de realidades diferentes. Y me molesta porque a fin de cuentas, y por mucho que a algunos se les olvide, las mamas es lo que da nombre a toda nuestra rama en el reino animal. Igual tan malvadas no son.