Era una tarde de verano y Eli iba con su chico a una tienda de ropa, era una tarde soleada y caldeada. Eli era una chica con un cuerpo de modelo y su chico un chico fitness. Entraron en la tienda y les atendió Gemma, una dependienta de esas que no puedes dejar de mirar y el novio de Eli quedó prendado de ella.

Eli entró al probador a ver si le quedaban bien unas faldas y un top. Su chico estaba fuera y la dependienta se acercó a pedirle ayuda con lo que este chico fue encantado a ayudar, volvió y Eli le dijo: «Oye, la dependienta es sexy, ¿verdad? Él respondió si la verdad que tiene un cuerpo para mirarlo. Eli pensó que mejor manera de disfrutar del sexo que un buen trío en el probador…

Eli habló con su chico y le dijo «sal fuera y vuelve en 10 minutos, que tengo una sorpresa». Él salió sorprendido y curioso. Cuando se fue, Eli llamó a la dependienta y le dijo «mira, voy a ser clara, mi chico babea por ti y a mí que la verdad si tuviera que probar una chica, sería con una como eres tú». La dependienta alucinó y le dijo: ¿Y qué quieres que hagamos?

«¿Qué quieres que hagamos en el probador?». | Fuente: Pinterest.

Eli cogió y le propuso el trío en el probador y la dependienta le pidió unos instantes. Eli se quedó en ropa interior sexy y al momento llegó la dependienta y le susurró «Joder, ¿Ya estás así? Eli le preguntó adónde había ido. La dependienta fue clara y le explicó: «Avisé a mi compi para que me sustituya un momento».

Eli le pidió que pasara y se desnudara, la dependienta se quitó todo hasta quedar en un tanga rojo y un sujetador muy sensual. Eli le comentó que su chico iba a venir ahora y tenía que ver algo brutal. Volvió el chico y su polla subió como la espuma al ver a ambas chicas morreándose apasionadamente. Eli le dijo: «Cierra, entra y fóllanos, que lo estas deseando». Este chico se quitó todo y ambas fueron directas a comerle sus 23 centímetros de carne.

Gritos, gemidos, placer… un montón de orgasmos en un probador y con el morbo de que apareciera alguien. El final fue una tremenda corrida por sus caras, y ambas relamiendo lo que le sobraba a la otra. Conclusión: No dejes pasar oportunidades, pues nunca sabes si te dirán que sí.

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