Detrás del dulce nombre de nuestra protagonista de hoy se encuentra una leyenda de lo paranormal. Candy Jones forma parte de la gran lista de Pin-ups de hoy y de siempre. Hemos hablado ya de actrices, cantantes, modelos, locutoras, activistas e inventoras, pero nunca de ufólogas. Las puertas de la Nave del Misterio se abren para recibir a Candy Jones, maniquí, presentadora y participante del programa de control mental de la CIA.
La familia Wilcox dio la bienvenida a Jessica Arline el 31 de diciembre de 1925 en Pennsylvania. Aunque creció en un entorno acomodado, no tuvo una infancia feliz. Años más tarde aseguró que sus padres la sometieron a abusos físicos y sexuales en su juventud. Vivió con numerosos familiares, aunque siempre recordó como su madre solía mantenerla encerrada durante largos periodos de tiempo.
Para escapar de esta situación, cambió su nombre por el de Candy Jones y se convirtió en modelo. Con su 1,93 de estatura no tardó en destacar entre sus compañeras y llegó a convertirse en subcampeona de Miss Nueva Jersey. Durante la Segunda Guerra Mundial fue una de las musas de los soldados, realizó numerosas giras y llegó a aparecer en 11 portadas de revista en tan solo un mes. Sí, también tuvo su propio reportaje fotográfico en la revista Yank.
En 1946 Jones pasó por la vicaría junto al llamado ‘Zar de la Moda’, el agente Harry Conover. Fue una unión cuanto menos inusual ya que su marido era bisexual, algo que pasó desapercibido para Jones durante mucho tiempo. Las violaciones que Candy había sufrido de niña le hacían desconfiar y rara vez mantuvieron relaciones sexuales. Aun con todo, la pareja tuvo tres hijos antes de que se divorciasen en 1959. Conover había desaparecido a finales del año anterior, pero reapareció tras una gran juerga. Su esposa decidió presentar una demanda de divorcio de la que salió con 36 dólares y numerosas deudas.
Candy, una mujer hecha a sí misma, decidió fundar una escuela de modelos. Compaginó esta labor con la de locutora en la popular NBC. En esa misma emisora conoció a su segundo esposo, Long John Nebel, con el que copresentó un programa nocturno de temática paranormal al más puro estilo Cuarto Milenio. Tras su matrimonio en 1972, Nebel empezó a notar un comportamiento extraño en la pin-up. El carácter afable de Jones sufría cambios violentos y aparentaba ser otra persona. ¿Qué le estaba ocurriendo a Candy?
Arlene, la otra Candy
Jones también le había comentado a su marido que había trabajado para el FBI durante algún tiempo y que podría tener que ausentarse de la ciudad sin dar motivos. Nebel ató cabos y, sumando esta información a los extraños episodios, supuso que había una conexión entre el FBI y su otra personalidad. Mediante sesiones de hipnosis, el locutor confirmó su teoría. Había otro ‘yo’ en Candy, una mujer llamada Arlene que compartía nombre con la amiga imaginaria de Jones durante su infancia.
Estando hipnotizada, la modelo relató de forma detallada su participación en el Proyecto MKULTRA, el programa de control mental de la CIA. Su relación había comenzado en 1960, cuando un conocido le ofreció participar en determinadas misiones de poca importancia a cambio de grandes sumas. Dado que su escuela de modelaje no pasaba por el mejor momento y que tenía tres niños a su cargo, decidió aceptar el trato.
Estando en el MKULTRA, la pin-up fue sometida a hipnosis, haciendo que Arlene saliera a flote. La CIA instruyó a esta última como agente, de tal manera que Candy Jones no tuviese ningún recuerdo de sus actividades al volver en sí. Jones aseguró haber sido sometida a torturas para comprobar la efectividad de su otra personalidad. También afirmó haber viajado a numerosos destinos, entre ellos Vietnam del Sur, donde, en 1970, participó en un chapucero intento de rescatar a prisioneros estadounidenses.
Seis años después, Nebel y su esposa hicieron públicas las grabaciones en las que registraron las sesiones de hipnosis. Toda esta información, cientos y cientos de horas plasmadas en cintas, provocaron un gran revuelo y muchos acusaron a Jones de sufrir el síndrome de memoria falsa. En 1977 la historia volvió a la vida con la divulgación del MKULTRA, lo que apoyó la versión de la pin-up.
Sus antiguas alumnas aseguraron que Candy había tenido ausencias desconcertantes durante su época como directora de la academia de modelos. La aparición de otras pruebas, como pasaportes a nombre de Arlene Grant, terminaron por dar la razón a Jones.
Candy falleció el 18 de enero de 1990 a causa de un cáncer. Tenía solo 64 años y su caso como víctima de la CIA aún burbujeaba. Además de los seis libros que publicó como modelo, dejó un legado en la cultura popular. The Control of Candy Jones, del experto en hipnosis Dr. Herbert Spiegel, o la canción MK ULTRA de la banda Exit Clov son solo algunos ejemplos. Candy y Arlene, dos caras de una moneda a la que le sacaron todo el jugo que pudieron.