Joder con las etimologías de las expresiones sexuales. Joder con las dificultades para aprender inglés, que solo nos aprendemos las palabrotas antes del sencillote present simple. Por mucho que los planes educativos en los idiomas sean pésimos, más o menos todo quisqui sabe que Fuck es un término que viene a significar «joder», aunque tiene multitud de registros. Desde el lamento al sexual, por ejemplo. O para expresar dolor cuando tu dedo meñique decide estrellarse con la pata de una silla.
Lo que no se tiene tan claro es de dónde vienen estas cuatro letras, y no será porque nadie se haya parado a pensarlo. Un repaso por la historia conduce a cuatro teorías, alguna con más fundamento que otra, pero todas con un denominador común indispensable: el sexo.
Fuck con permiso real
En la Edad Media -volvamos a los libros de Historia de la ESO- lo de ser noble o pertenecer a la clase privilegiada era todo un filón. Hacían lo que les venía en gana, vivían a cuerpo de rey, cobraban diezmos a sus siervos y, para colmo, les controlaban su sexualidad. De aquí proviene la principal sospecha del génesis de fuck.
Las sociedades y poderes, tan sumisos a la Iglesia, entendían que el sexo solo era válido para reproducirse, nada de gozar. Por eso, si una pareja quería concebir un sucesor, tenía que pedir permiso a las autoridades pertinentes. En caso de que todo estuviese OK -Una expresión surgida muchos siglos después-, les daban una especie de placa en la que ponía Fornication Under Consent of the King (Fornicación bajo el consentimiento del rey». Habemus Fuck.
En aquella época la nobleza y el clero eran los grandes mandamases. Más allá de este permiso, también estaba de moda el conocido como derecho de pernada. Idelfonso Falcones lo retrató en el libro La catedral del mar y Mel Gibson lo conoció en la película Braveheart: los poderosos podían reclamar la primera noche de sexo de una mujer antes de que contrajera matrimonio. Lógicamente, esto no sentaba muy bien al pueblo llano.
Fuck en los prostíbulos autorizados
Enrique VIII de Inglaterra (1491-1547) pasó a la historia por su aberrante y sanguinario trato hacia sus esposas (tuvo seis y no acabaron bien) y por ser un monarca prácticamente obsesionado con el sexo. El penúltimo rey de la dinastía de los Tudor se encontró un reino con penurias económicas y se las ingenió para recaudar más impuestos. ¿Cómo? Regulando la prostitución.
Los burdeles que estuvieran autorizados a dispensar servicios sexuales a los visitantes tendrían que recibir la aprobación real. Solo en ese caso podrían colgar en su puerta otro Fuck, de nuevo expresión de Fornicate Under Consent of the King. Eso sí, con un significado muy distinto al anterior.
Fuck para señalar a los abusadores sexuales
Las dos principales hipótesis etimológicas de esa archiconocida expresión son las ya mencionadas, pero también circula con fuerza otra alternativa. Fuck vendría a resumir Forced Unnatural Carnal Knowledge, que se traduce como conocimiento carnal forzado y antinatural. Lo que se conoce como violación o un abuso sexual, vaya.
Estas cuatro letras las tendrían que llevar los acusados de haberse propasado con las víctimas de sus fechorías. Así sería, en principio, más fácil identificar a estos indeseables y que las gentes medievales estuvieran prevenidas. No estaría de más recuperar esta tradición con ciertos personajes.
Fuck para follar por el ombligo
Como en cualquier leyenda, existen interpretaciones más serias y otras más… anecdóticas, pero solo ellos saben si basadas en hechos reales o en habladurías de las épocas. El bueno de Roger era un habitante del condado de Chester (Inglaterra) al que, al parecer, lo de follar no se le daba muy bien. También le fallaban un par de conceptos: creía que el pene se metía por el ombligo. Vaya.
Paul Booth, historiador de la universidad inglesa de Keele, decidió investigar un caso judicial del siglo XIV. Allí encontró que el 28 de septiembre de 1311 un tal Roger Fuckebythenavel (Roger folla por el ombligo) acabó en una corte denunciado por la que probablemente fuese su pareja sexual. La ineptitud del susodicho hizo que se le pusiera ese apodo, porque no consta que existiese tal apellido, lo cual hace pensar que la palabra fuck ya estaba en uso en aquellos años.
Piénsalo bien antes de decir fuck, ya sea porque te haces el chulo maldiciendo en otros idiomas o porque estás viendo a tu prima que se ha ido a trabajar a Londres y te quieres integrar en la city. Intenta, al menos, que tu fuck esté justificado.