Muchísima gente no encuentra el sentido a las esculturas que representan algo relacionado con lo sexual, ya sea una postura, un fetiche o algo que insinúe dichas opciones. También hay que decir que cierta cantidad de personas ve cosas donde no las hay y pueden llegar a exagerar lo “sexual”, ya sea representándose en una escultura o incluso en las pinturas de un cuadro.
Cómo no, lo sexual siempre genera polémica, ya sea de manera positiva o negativa entre la sociedad, y las maravillosas esculturas que adornan las calles de tu ciudad pueden retirarse por causa del público que no acepte este contenido. Se han dado muchos casos de denuncias y de tener que retirar el arte de las calles por la “falta de respeto” que muestra. Aunque sí que es verdad que existe una mayoría que exagera mucho. Hoy hablaremos de esculturas que generaron polémica por su “alto” contenido sexual.
Esculturas sexuales de Miró
La Marina de Valencia se vio envuelta el pasado año en una polémica causada por unas esculturas sexuales colocadas en un ambiente familiar, creadas por Antoni Miró. Si es cierto que reflejaban imágenes bastante explícitas, pero eso no quita que sean elegantes. El problema en concreto no fue lo que representaban, sino el lugar en el que se encontraban ubicadas. Las calles de esta zona son recorridas por muchísimas familias junto con sus hijos, lo que no es un problema para las parejas adolescentes, si lo es para un matrimonio que tenga un hijo de 4 años.
Fernando Castro, el comisario de la exposición, considera, en declaraciones a la Agencia EFE, que a los más pequeños les beneficiará contemplar estas imágenes, ya que pueden completar su educación sexual con la historia del arte. Miró también está de acuerdo con esta opinión y cree que la polémica que se ha generado ha sido por las “mentes estrechas”. Él considera que los padres pueden aprovechar sus obras como una oportunidad para poder hablar de sexualidad con sus hijos.
Vicente Morro, el delegado del Foro de la Familia en Valencia, comunicó que la exposición pública de las esculturas sexuales de Miró podría vulnerar la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor. Desde el foro se llegó a opinar que dicha declaración por parte del comisario Castro puede ser una intromisión en el derecho de los padres a educar a sus hijos libremente. Morro, en declaraciones a El debate de hoy, destacó que “el señor Castro pretende justificar su iniciativa de invadir la vía pública como una especie de ‘clase de educación sexual’, lo que resulta inadmisible”.
Sin duda una polémica entre las familias bastante profunda, pero en eso quedó. Las opiniones positivas y los que agradecían el arte y la sexualidad en las calles quedó por encima de las familias que simplemente se dedicaron a quejarse. La sexualidad hay que mostrarla como es, y qué mejor manera que a través del arte. Una manera delicada, elegante y formal de enseñar lo maravilloso que es el sexo.
El Domestikador
Esta maravilla provocó mucho que hablar en la ciudad de París. Se trata de una escultura cuyo creador es el artista holandés Joep van Lieshou, en la que básicamente se ve a una pareja manteniendo relaciones sexuales con la postura “a cuatro patas”. Principalmente se iba a exponer en el Louvre a causa de una feria de arte contemporánea, pero por la manera en la que mucha gente describía dicha escultura, el museo negó a que se mostrara en su terreno. Pero este rechazo no impidió que el Domestikador fuera expuesto en las calles.
Consiguió trasladarse al centro Pompidou, cuyo director dijo: “¿Obsceno, pornográfico? Bueno, la obscenidad, así como la pornografía, están por desgracia en todas partes. Pero puedo asegurar que no están en esta obra”. Lieshou dijo que su obra “se trata de libertad artística y creo que no se debería censurar ninguna creación aunque no guste a todo el mundo”. Teniendo en cuenta que en Alemania se mostró la escultura durante tres años consecutivos y jamás creó ningún problema, da mucho que pensar sobre la manera en la que ven el arte la gente de París.
Tree (Árbol)
Pero el conflicto que hemos comentado anteriormente no fue el único que ocurrió en la ciudad del amor con una escultura. También estuvo de por medio la llamada Tree (Árbol). Se trata de una figura de unos 25 metros, de color verde y su apariencia muy similiar a un juguete sexual, concretamente a un plug anal. Su artista es Paul McCarthy, y él admitió que se inspiró en un árbol de Navidad y, sorpresa, en un juguete sexual.
Incluso a tal punto llegó a enfadar a los parisinos, que en el momento en el que McCarthy decidió ir a visitar su fantástica obra en la plaza, un hombre se atrevió a pegar al artista y salir corriendo. Obviamente una obra de ese tipo no va a ausentarse de las redes sociales, y más aun teniendo 25 metros de altura. Y es que éstas se vieron infectadas de los famosos memes cachondeándose de la nombrada escultura. Cómo no, la obra llegó a hacerse muy conocida por su similitud al juguete sexual y gracias a aquellos chistes que nos alegran el día.
El arte ha sido siempre un vehículo para toda clase de ideas, con un mayor o menor grado de reivindicación. La cultura es un recurso que se puede mostrar y utilizar como canal de educación sobre la sexualidad y fomentar que, con cualquier clase de expresiones, nuevas generaciones puedan combinar conocimiento sexual y artístico de una misma forma.