Ya sabéis lo que me gusta mí cualquier cosa que trate de BDSM, esta vez os vengo a recomendar una miniserie nueva de Netflix que va sobre el tema: BONDiNG. A pesar de tratarse de una serie de siete capítulos de apenas 15 minutos de duración, BONDiNG está hecha en clave de humor y da una visión más exacta del BDSM si la comparamos con 50 sombras de Grey.
BONDiNG cuenta la historia de Tiff (interpretada por Zoe Levin) y de su mejor amigo Pete (al que da vida Brendan Scannell), con el que perdió la virginidad antes de que se diese cuenta de que era gay. Tiff es una estudiante de psiquiatría como cualquier otra pero que secretamente es una dominatrix de Nueva York que se hace llamar Ama May.
Como dominatrix, Ama May resulta tener un carácter bastante fuerte con sus clientes, sin embargo, como estudiante de psiquiatría, Tiff parece reticente a hacer una presentación de su tesis en clase: sobre los motivos que le impulsan a ser psiquiatra. Hasta el punto de plantearse aplicar el BDSM como terapia de role-playing. Y piensa en ella como terapeuta-dominatrix.
A pesar de todo, Tiff no va a dejar que su atractivo pero baboso profesor, el señor Charles, trate de aprovechar su autoridad para propasarse con sus alumnas y además de ello intente ligar con ella mientras les recalca en clase la importancia de la ética profesional.
Por su parte Pete, su mejor amigo gay que además resulta ser fetichista de pies, decide colaborar con ella como asistente (poniendose el nick de Carter), aunque la cosa se complica y termina siendo partícipe de las sesionen de su amiga para sorpresa de ambos.
Pete tiene varios frentes abiertos: el primero de todos es que le gusta escribir monólogos pero le da miedo actuar en público a pesar de que Tiff le anime a ello. Además no se le hace nada fácil convivir con Frank, un compañero de piso obsesionado con que le metan un dedo en el culo, y con Portia, que tiene un pronto bastante fuerte (lo normal cuando pillas a un tío metiendo un dedo en el culo de tu novio).
El cliché en el que caen tanto 50 sombras de Grey como BONDiNG es que terminan relacionando el BDSM con los problemas mentales
Como puntos clave de la serie diría que a pesar de tratarse de una serie englobada en el género de la comedia pone en relieve bastantes puntos importantes en cuanto al BDSM:
Primero, le pese a quien le pese, le da bastante visibilidad a las mujeres que ejercen un rol dominante (ya que parecía que para algunas en el BDSM solo había mujeres sumisas). La protagonista es una dominatrix, con bastante poder, la imperiosa necesidad de tener siempre el control, las ideas bien claras y con la capacidad de hacer que sus clientes acepten sus condiciones. Tiff es una mujer empoderada que además tiene un esclavo que le hace las tareas de casa, quien lo tuviese…
Lo segundo, es que se hace referencia a la dualidad en la que se encuentra trabajar como dominatrix, en el borde de ser considerado un trabajo similar a la prostitución (claro está que es porque Ama May cobra por satisfacer las fantasías sexuales de sus clientes) pero limitando las prácticas, ya que en ningún momento hay contacto genital entre ella y los clientes. Como bien dice Ama May: «proporciono fantasías todo el día».
Lo que me lleva a hacer hincapié en que se mencionan diversas prácticas de BDSM (lluvia dorada, bondage, spank, humillación, las cosquillas) y fetichismo (de pies por parte de Pete, los outfits que utiliza Ama May en las sesiones y los disfraces de pingüino), y se busca normalizar prácticas consideradas <<de homosexuales>> (como el caso del compañero de piso de Pete que está obsesionado con el sexo anal).
El punto negativo es que considera que el BDSM puede servir como terapia para liberarse, dejar de tener vergüenza y creer en uno mismo pero bajo ningún concepto practicar BDSM puede sustituir una terapia psicológica. Ante todo psicólogos y psiquiatras son personas cualificadas y con una documentación que los acredita como profesionales para tratar temas de salud.