Sexo y machismo: La agresión sexual a una menor en Aranda de Duero (II)

En esta sociedad enseguida se aprende que con el coqueteo, la seducción, el ligue, se pueden conseguir ciertas cosas más fácilmente y llamar la atención… para luego contarlo y subirlo a las redes como es práctica habitual de esta generación. Nada nuevo bajo el sol, excepto que Internet ha provocado un cambio espectacular en la velocidad y en la profundidad del mismo.  Claro que, en estos tiempos, hay depredadores al acecho, machitos a la caza de un bomboncito que parece que lo está deseando. Bueno, siempre ha habido, solo que ahora la cosa va mas deprisa y por tanto, con mayor riesgo de equivocarse.

Y con la finalidad de conseguir ese objetivo, de ser reconocida, de ser guay, de sentirse el centro de atracción… se toman decisiones equivocadas. Sobre todo, si estás con hombres que no desaprovechan ninguna oportunidad, sea la que sea. Ni una sola. Que levante el mano aquel/la que a los 15 años no metió la pata hasta el corvejón. Y eso que antes no había Twitter o Tumblr y una docena más de plataformas de mensajería y comunicación virtual, para buscar reconocimiento a una edad donde las certezas están por venir.

Sin una adecuada educación sexual en casa y en la escuela, Internet se convierte en su principal fuente de información sexual, como hemos advertido en estas mismas páginas en otras muchas ocasiones, cuando no las películas pornográficas.  Y sabemos que, cada vez más y más pronto, tienen relaciones sexuales. Nos guste o no, es así.

Y, a veces, se tienen de cualquier manera, en circunstancias poco adecuadas, con consumo de alcohol y porros… porque la impulsividad, y también hacerlo sin pensar gran cosa, son rasgos comunes a estas edades. El resultado no puede ser muy bueno. Y así ocurre tantas y tantas veces.

Aranda de Duero

A esta edad se están construyendo así mismos, experimentando, arriesgando, en un entorno complejo, descubriéndolo todo con los ojos como platos, y algunas de las decisiones que puedan tomar son fruto de un atolondramiento, de hacer lo que otros hacen en las redes, de ser más guay si cabe, de destacar en los likes del post que sube a Instagram… más que de una decisión tomada reflexivamente. Pedirle a estas niñas y niños una gestión responsable de sus emociones y de sus impulsos -que salen a borbotones y que en ocasiones se le imponen-, es pedirle peras al olmo, porque sabemos que solo pueden lograrse desde la formación y la experiencia

Por supuesto ellos están convencidos de la bondad de sus comportamientos, de saberse en posesión de la verdad y de que ya son mayores, para hacer lo que hacen los mayores. Solo con el castigo penal no se resuelve el problema. Este caso es una nueva bofetada a la sociedad que deja a merced de Internet y del porno la educación sexual de sus pequeños. Hace mucha falta educación sexual profesional y científica desde primaria. Y mucha en la familia.

De haberla tenido, tal vez ella no habría ido sola a una fiesta en una casa, con tres chicos mayores o les hubiera dicho asertivamente NO. Y ellos en lugar de aprovecharse, de verla como un agujero con patas, habrían tenido empatía y no la habrían invitado o le hubieran dicho: vete a tu casa o vete con tus amigas. Era lo que tendría que haber ocurrido, en lugar de este desastre.

José Luis García es Dr. en Psicología, especialista en Sexología, y autor del libro “Sexo, poder, religión y política” en Navarra, editado por Amazon.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *