Nunca se sabe cuándo puedes tener una ocasión para follar. Y debemos estar preparados para que no nos pille en bragas y podamos aprovechar la oportunidad y, además, cumplir con nota. Hay trenes que solo pasan una vez y hay que estar al quite para montarlos. Para ello es fundamental partir con optimismo y prepararse por si suena la flauta. Por eso os preparamos estas recomendaciones sobre distintas circunstancias sexuales que se deben resolver bien.
Protección y lubricante
Condón, condón y condón. Parece obvio e innecesario tener que recordar que el preservativo es el aval de una relación sexual segura para todas las partes. Es tan sencillo como meterlo en la cartera o en el bolso. El tener que usarlo ya es cosa tuya. Ahora bien, ese consejo tan básico es sencillo de extrapolar. ¡¡Lleva siempre un condón contigo!! Mételo en la mochila del trabajo, en la bolsa del gimnasio, en la cartera de clase o en la macuto de la playa. Te puede salvar la vida cuando menos te lo esperas. Posdata. Cámbialos de vez en cuando, que no es el mejor lugar para su óptima conversación.
Y si tan sencillo es meter protección, lo mismo ocurre con el lubricante. Las noches de fiesta, los nervios, los encuentros en la playa o los polvos con algo de alcohol mediante pueden dificultar la humedad natural que facilita la penetración. El mercado ofrece bolsitas o tubos pequeños con lubricante, de todos gustos y sabores, para que los lleves discretamente y los abras cuando los necesites y le den calidad a ese revolcón inesperado.
Sexo en el coche
La falta de vivienda de la juventud tiene una repercusión negativa añadida: buscarse la vida para follar. El coche ha sido un eterno recurso para esos amantes furtivos que no tenían donde mostrar su pasión. Por eso este vehículo es un aliado clave que se debe tratar bien y estar preparados.
Lo primero es ir bien equipados. Además de los dos artículos citados más arriba, una toalla sirve para no dejar rastro en el asiento de atrás. Por no hablar de si toca frecuentar una playa, claro. Tampoco seas pardillo y recuerda apagar bien el coche y no dejar las llaves en contacto, menos aún con las luces puestas o la calefacción a tope. No mola llamar a la grúa porque la batería se ha agotado tras un par de horas follando en un descampado.
El briconsejo de turno es disponer de un rollo de papel higiénico cerca para eliminar, o intentarlo, las pruebas del delito. Ya puestos, aseguraos de eliminar el envoltorio del condón o cualquier indicio para que los siempre inquisitoriales padres no os cacen.
Papel higiénico
Ese viejo amigo. Su sacrificio ha sido clave para impedir pilladas tras resbalones en mantas, sábanas o superficies varias. Hay muchos fluidos deseando empapar tejidos de cualquier tipo, pero una rápida actuación puede aliviar los males. Por si fuera poco, ayuda a los susodichos a limpiarse después del sexo, algo tan primitivo como recomendable. Hay mucho cochino suelto.
El uso clave del papel de váter llega en el sexo sin condón. Estos encuentros, que deben realizarse siempre con la seguridad de que los participantes están muy sanos y no exista riesgo de embarazo por el uso de métodos anticonceptivos, suponen la eyaculación vaginal. Nada nuevo. El problema llega al sacar el pene o inmediatamente después del coito, pues no todo el semen se aloja en el interior y puede ocasionar un gran desaguisado si le da por salir. Solución: tener a mano el papel para evitar males mayores.
Consejos básicos
Asegúrate de tener libre el terreno. Si vives en casa, cerciórate de que nadie te va a arruinar el rato de placer, además de las explicaciones posteriores. La comunicación es esencial para que todo vaya bien o, al menos, no empiece mal desde el principio. Esta guía es solo una breve recopilación de pequeños trucos que nunca está de más recibir. Todo sea para que no haya alarmas cuando el sexo llame a tu puerta.
