Hoy daremos algunas pinceladas sobre cómo CONSEGUIR MAYOR PLACER, lo prometido es deuda. Pero antes, no podemos menos que preguntar sobre la primera parte de este post SEXO DEL BUENO I ¿Qué os pareció el juego que propusimos?
Si aun no habéis probado el experimento, lo volvemos a intentar rápidamente. Pensad una emoción: pena, alegría, esperanza, angustia, miedo, sorpresa, ira, amor… ¿Lo tenéis? Siguiente paso ¿Qué parte de tu cuerpo se encoge con esa emoción, o se expande? Tal vez ante la angustia se haga un nudo en la garganta, ante el amor se expanda el pecho, el miedo no nos deja respirar, incluso en el imaginario colectivo solemos decir que un fuerte disgusto puede provocar un infarto… Y no es metafórico, es que el cuerpo, las emociones y la mente son todo un uno (algo así como la Santísima Trinidad, sin pretender ofender a nadie).
¿Y qué emociones habéis podido sentir involucradas con el sexo? Atracción, deseo, excitación, relajación, conexión, parálisis, intimidad, pasión, vergüenza, inseguridad, asco, sorpresa, euforia, ansiedad, desconfianza, desmotivación, éxtasis, impaciencia, inquietud, insatisfacción, lujuria, pánico, rechazo, ternura… ¿Y qué parte de tu cuerpo reaccionó ante alguna de estas sensaciones?
Podríamos enunciar muchas más, porque el sexo, nunca es solo sexo, es también un catalizador de todo tipo de emociones, tanto positivas como negativas.
Ahora os propondremos jugar en sentido inverso, cerrad los ojos, respirad con calma, escuchar sólo al cuerpo y descubrid qué parte está tensa, dolida, expandida, acelerada… centraos en esa zona, definid la intensidad y os acabará indicando la dirección de alguna emoción, de la que tal vez, no eráis conscientes. Ejemplo: tengo un nudo en el estómago ¿Qué me pasa? Y ya puestos ¿A qué chakra nos estamos refiriendo? (para dudas al respecto, os invitamos a leer la primera parte de este post).
Y subiendo el listón de la apuesta ¿Seriáis capaces de realizar este ejercicio inverso mientras practicáis sexo? ¡Os animo a probarlo! Vale la pena, esta práctica nos puede servir para entender mejor nuestros motores sexuales, miedos, complejos y gustos escondidos.
Autoconciencia emocional
Aunque no os hayáis dado cuenta, ya hemos empezado a cumplir nuestra promesa, todo el texto está orientado a introducirnos en el tema que a todos nos interesa, cómo MEJORAR LAS EXPERIENCIAS SEXUALES, y que mejor manera que empezar con un juego.
Realizar este juego/ejercicio ha sido útil para visualizar un concepto más que demostrado en neurociencia, un estímulo provoca respuestas fisiológicas y cognitivas, las primeras se disparan más rápido que las segundas, y pueden prevalecer durante más tiempo, el cuerpo tiene memoria.
Y mientras jugábamos y estábamos identificando nuestras respuestas fisiológicas, también hemos empezado a cultivar la observación activa de nuestros chackras (términos que en el fondo, podríamos considerar sinónimos). En resumen, queremos mejorar la práctica del autoconocimiento emocional porque reconocer los avisos que nos da el cuerpo nos permite actuar aunque aun no sepamos que nos está pasando, hasta el punto de jugar un papel fundamental en nuestras decisiones y en nuestra conducta, incluso la sexual.
Porque… ¿En qué otro ámbito de la vida tenemos tantos estímulos seguidos como en el sexo? En este caso, la autoconciencia emocional nos ayuda a centrarnos y evadirnos del entorno, dejarnos llevar, escuchar los bloqueos, parar los pensamientos molestos (como la compra o el trabajo), aumentar la excitación… En definitiva, con estos primeros ejercicios ya podemos empezar a aumentar el nivel de nuestro placer. Pero aquí no se acaba todo, aún hay más, además, podemos expandir la energía sexual.
Expandir la energía sexual: introducción
Cómo ya hemos visto, existe una importante relación secuencial estimulo-emoción-reacción fisiológica (cómo sería excitación-hormigueo), a lo que podemos añadir que los estímulos no tienen por qué ser siempre externos, podemos producirlos con nuestro cuerpo y catalizar el resto de reacciones, ampliar las sensaciones e intensificar la sensibilidad, o dicho con otras palabras, expandir la energía sexual. Si cocinamos estos ingredientes de forma correcta, nos podemos beneficiar de esta virtud, y mira por donde, estamos todos aquí para ser mejores chefs.
Cocinando con poca sal: cuando nos empezamos a excitar, solemos percibir un hormigueo alrededor de los genitales, hormigueo que se suele intensificar durante los juegos eróticos (solos o acompañados) hasta que, en muchas ocasiones, llegamos al orgasmo, aunque no es obligatorio. En todo este recorrido, es muy probable que la bola de fuego en que se ha convertido la energía sexual no se haya movido del bajo vientre (segundo chakra).
Nos preguntamos hasta que punto nos hemos habituado a que la sexualidad siga este patrón. Es cierto que es una opción viable, pero es una opción pobre, y al menos es interesante saber que se puede ir mucho más allá en nuestro placer, incluso en nuestros éxtasis orgásmicos.
No es fácil saltar la distancia entre un polvo más o menos satisfactorio a un sexo que llene de verdad, de los que no se olvidan y dejan una sonrisa en la cara durante días. Lo llamamos SEXO DEL BUENO, todos lo hemos sentido, suele aparecer de tanto en tanto, como por arte de magia y nadie sabe cuándo, dónde o porqué se vuelve a repetir, o eso creíamos. La buena noticia es que podemos provocar que aparezca más a menudo en vez de esperar que aparezca espontáneamente.
Cocinando con especias exóticas: recordemos la receta mágica, estimulo-emoción-reacción fisiológica, pero en este caso el estímulo lo provocamos conscientemente gracias a un determinado MOVIMIENTO CORPORAL, y al controlar la RESPIRACIÓN y la VOZ.
Esta receta formada por MOVIMIENTO CORPORAL, RESPIRACIÓN y VOZ está sazonada de una determinada manera, con una serie de técnicas desarrolladas y depuradas en Oriente. Una larga experiencia empírica les avala como masterChefs. Estas técnicas (el estímulo) nos permiten ampliar a voluntad la energía del chakra sexual (segundo) hasta al chackra corazón (cuarto) e incluso al séptimo chakra, y expandirlo a todo el cuerpo (reacción fisiológica) de forma que todas las partes de nuestro ser se vuelvan terriblemente sensibles y excitables, consiguiendo que la experiencia se magnifique y el sexo rutinario se convierta en sexo del bueno (emoción). Suena apetitoso ¿Verdad?
Ya que el fin es ser amos de nuestro placer, nos gustaría compartir algunas técnicas introductorias para empezar a experimentar. Aprenderlas requiere tiempo y pautas, describirlas no es nada fácil, pero queremos dar un par de ejemplos, a modo de entrantes, que podéis continuar desarrollando según vuestra creatividad.
Subir la voz durante el sexo: la primera prueba seria experimentar teniendo un sexo más ruidoso, dando voz y sonido a lo que estáis sintiendo, aunque al principio sea forzado, poco a poco pasará a ser espontáneo y aunque parezca mentira, notareis como al darle voz las emociones se intensifican, un ejemplo seria aumentar el sonido de la exhalación de aire por la boca.
Respiración conectada: respirad por la boca sin hacer pausa entre la inhalación y la exhalación mientras practicas sexo. Si cansa mucho, empezad por unos minutos, primeros solos, después acompañados, también nos ayudará a aumentar nuestro placer.
Os dejamos un video sobre respiración conectada de Maite Domènech que puede servir para aclarar dudas de la explicación.
Vaya…. Veo caras de escepticismo, y cómo diría un terapeuta, lamentablemente se nos ha acabado el tiempo o en nuestro caso, el espacio.
Pero para no provocar un coitus interruptus en el próximo post continuaremos cocinando con el sonido de la voz y el control de la respiración y de los movimientos, notando cómo el fuego genital se expande y se engrandece. Pero de momento os dejamos con la miel en los labios.
Autora: Isabel Moreno Martínez. @sexeparaules.
