Sabemos que el sexo anal no es santo de devoción de muchas de vosotras, que cuando hacéis el perrito os encogéis pensando en que el pene pueda “confundirse” de agujero. Por no hablar, chicos que esto es para vosotros, de que por el culo “ni la uña del meñique”. ¿Y si os digo que el culo se entrena? Aunque me da a mí que a los gays no os estoy descubriendo América y que deberíamos aprender mucho de vosotros, creo que estaréis de acuerdo en que la información es poder. Y si me apuras, la que os vengo a compartir también diversión: el plug anal.
También denominado butt plug, podría decirse que es el mejor aliado para entrenar el orificio trasero para que entre lo que sea, que como bien dice el refrán “con paciencia y con saliva…”. Bueno mejor lubricante que saliva pero lo fundamental es entrenarlo. Que Sasha Grey no se mete esos pollones por el culo sin entrenar primero, aunque el porno os haga creer que sí.
Si decides adentrarte en este mundo maravilloso de los butt plugs tienes un sinfín de plugs para elegir y ordenados por categorías y materiales. Los materiales más comunes son las silicona de grado médico, el vidrio (o cristal) y metálicos. Cada uno con sus pros y sus contras. ¡Vamos a verlos!
El plug anal de silicona son suaves al tacto, pesan poco y no son excesivamente grandes por lo que para empezar son ideales. Aunque para usarlos es mejor utilizar lubricante de base acuosa para que deslicen más fácilmente. Sin lubricante pueden hacer pequeños desgarros. Y no, no sirve usar saliva, ni agua. El punto negativo es que son los más difíciles de limpiar, principalmente por el olor, así que no sirve simplemente con usar jabón de manos. Para evitar esto lo mejor es hacer una lavativa antes de usarlos.
Dentro de los plugs de silicona también encontramos la mayoría de plugs vibradores, que debido a que es un material aislante y semirrígido mantiene seguro el mecanismo interior adaptándose perfectamente a la forma del cuerpo. Los plugs inflables también están hechos de este material.
El plug anal metálico suele tener más formas: desde el plug pequeño (similar a los de silicona) y la de bala (más o menos alargada) hasta los alargados o las bolas tailandesas. También son suaves al tacto y pesan bastante más, por lo que a veces da la sensación de que pueden escurrirse. Y se pueden meter en el frigorífico antes de usarlos. La pega es que pueden ser los más molestos ya que el tronco del plug suele ser muy fino y se mueve con facilidad por lo que la fricción es contante y debe usarse siempre con lubricantes.
Estos plugs se pueden utilizar también para prácticas de electroestimulación tanto anal como vaginal. Estos plugs (o sondas anales y/o vaginales) son de plástico con dos (o más) franjas metálicas por las que fluye la corriente.
Los plugs de cristal tienen todas las formas y tamaños que te puedas imaginar: desde el plug pequeño hasta con formas de tentáculos sumamente realistas, con forma de bolitas como las bolas tailandesas, de pepino, de bastón de caramelo, lo que te imagines. Hasta podrían ser objetos para decorar una mesa si no fuese porque te los venden en un sexshops. Comúnmente se dicen de cristal pero son de vidrio soplado y, pese a lo que pueda parecer, son muy resistes y no se rompen.
Se pueden enfriar o calentar y se deslizan sin ninguna dificultad. Y sí, puedes usar agua como lubricante. La única pega es que todos estos plugs son rígidos y hay que introducirlos con cuidado porque puede ser doloroso. Y como con cualquier tipo de vidrio hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura. No lo pasas del congelador a una olla a presión ¡por favor!
Por otra parte, respecto a los adornos que llevan incorporados: lo habitual es que tanto el plug anal de silicona como el plug metálico sean los que lleven los accesorios: ya sea una joya o la colita de algún animalito (de zorro a conejo, gato o caballo). Las colas de perro sin embargo suelen ser de silicona rígidas y también los usan las personas que hacen puppy play. Además, en el caso de los plugs metálicos de joya, la base tiene formas diferentes como de flor o de corazón.
Elijas el que elijas ten siempre presente cinco cosas para utilizar un plug anal:
- Hay que limpiarlos antes y después de usarlos para evitar infecciones y malos olores.
- Son intransferibles, así que si lo utiliza otra persona que no seas tú hay que desinfectarlo y ponerle un condón.
- Hay que usar lubricante siempre que se pueda, evitando usar saliva. Y dilatar poco a poco, ¡no de golpe!
- Deben tener tope o un cordel del que tirar, especialmente los que son de menor tamaño, para evitar una desagradable visita al médico.
- No se deberían usar más de tres horas seguidas y especialmente si molesta hay que quitarlo inmediatamente.