Estaba claro que los selfies habían llegado demasiado lejos. Además de cobrarse más muertes en lo que llevamos de 2015 que los ataques de tiburón, se han ido acercando peligrosamente al terreno de la sexualidad. Ya no se trata de los riesgos que entraña enviar una foto sin ropa a tu pareja, que también, sino de esas ‘autofotos’ que llegaron primero a la vagina, con ayuda de un vibrador, y más tarde al culo, de mano de los llamados belfies.
Pues bien, parece que la fotografía del siglo XXI sigue avanzando a pasos agigantados entre los genitales de los usuarios, ya que en esta ocasión los testículos han sido los protagonistas de estas capturas, eso sí, de una forma muy singular. La tendencia, que responde ya al nombre de Nutscaping, consiste en tomar fotografías de paisajes -generalmente impresionantes- con las gónadas masculinas colgando por encima. Por supuesto, es una moda exclusiva para hombres.
La denominación de este movimiento responde a la unión de los términos nut y scape, que traducido literalmente sería algo así como ‘paisaje de cojones‘ o ‘huevisaje’. Está claro que muchas neuronas no se perdieron en la búsqueda del nombre, pero es que teniendo en cuenta la acepción que hacemos en el español del adjetivo ‘cojonudo’, bien podría estarse hablando de un paisaje asombroso y bello. Aunque, por supuesto, la realidad del movimiento es mucho más literal.
Como casi todas estas tendencias de reciente creación, el nutscaping ha encontrado el lugar de reproducción ideal en la World Wide Web y las redes sociales. El sitio nutscapes.com es el encargado de alojar todas las fotografías relacionada con la temática de los testículos sobre paisajes, y también es posible hallar en Instagram galerías de estas capturas buscando a través de la etiqueta con el mismo nombre: #nutscapes, o #nutscaping en su lugar.
Aunque esta nueva corriente de ¿arte? contemporáneo se ha comenzado a difundir hace pocos días, lo cierto es que se trata de un proyecto de comunidad creado en 2007 por el artista estadounidense Clancy Philbrick. El lema de la página es «La tierra de los valientes y el inicio de la libertad», y se definen a sí mismos como los ‘selfies para los hombres de verdad‘.
Una técnica cuidada
En la web también se explica la forma correcta de ejecutar esta técnica, consistente en cuatro pasos esenciales: encontrar un paisaje asombroso, ponerse de espaldas a él, bajarse los pantalones y agacharse para tomar la fotografía y, por supuesto, el último de ellos y quizá más importante: compartir el resultado con toda la comunidad de ‘testisajes‘.
Por si fuera poco, nutscapes.com también emite una serie de consejos para todos los participantes de esta moda tan peculiar. Entre las sugerencias, se encuentran algunas referidas al atuendo ideal para realizar el nutscaping: «Que sea flojo, pantalones de chándal, cortos y sin cremallera para hacer más fácil el acceso», reza su página. También, dicen, es importante encontrar el equilibrio ideal de la postura para que finalmente aparezcan los testículos colgando, propósito único de toda esta práctica.
Finalmente, la página aconseja utilizar la mano libre para anclar la posición, recuerda que el pene no debe salir en la imagen bajo ningún concepto e indica que pedir ayuda para tomar las fotografías cuando fuera necesario estaría bien. Todo un alegato en favor de la colaboración; desde luego, si alguien no se une al #nutscaping que no sea por falta de ayuda o de indicaciones.
Aunque esta tendencia pueda parecer algo absurdo para muchas personas, cuenta con bastantes adeptos y es un tema de conversación en constante crecimiento en Twitter. El único peligro que se corre -además del riesgo de sufrir algún accidente si el selfie se realiza en algún lugar peligroso- es el de perderse un mágico momento contemplando vistas maravillosas para obtener la foto con los testículos colgando. Al fin y al cabo, es una forma más de demostrar que las redes sociales, muchas veces, roban instantes solo por el afán de compartir y obtener los ansiados ‘me gusta’.
Imagen de portada: Instagram.com.