Aunque a medida que esta sección va avanzando los nombres de sus protagonistas son menos conocidos por el público general, no por eso son menos importantes o transigentes. Agnes Moorehead fue una de las pocas pin-ups que supo sobrevivir a los años 60, esos que acabaron con la carrera de muchas de sus compañeras.
Supo relanzar su carrera durante esa década, trabajó en el cine, el teatro, la televisión y la radio, también fue una de las primeras en hacer pública su homosexualidad y una de las pocas de su gremio en tener un doctorado. Pin-up, artista, estrella de la radio, doctora y lesbiana, ¿hay algo más poderoso que Agnes?
Nació el 6 de diciembre de 1900 en Massachusetts en el seno de una familia muy religiosa. Su padre era clérigo en aquellos años y, según compañeros de trabajo de la actriz, a Agnes se la recordaría siempre con «la Biblia en una mano y el guion en la otra». Al contrario que otras integrantes de ‘Pin-ups de ayer y de siempre’ si tuvo una infancia feliz y unos progenitores que la apoyaron. Su madre, una antigua cantante, alentaba sus inclinaciones artísticas y solía preguntarle «¿quién eres hoy, Agnes?».
A medida que crecía su interés en la actuación también lo hacían sus inclinaciones religiosas y, aunque su padre aplaudía su vena artística, la animó a continuar sus estudios. Agnes Moorehead se matriculó en diversas universidades dónde obtuvo un Grado en Biología, un Doctorado en Literatura y un Máster en Inglés y Oratoria. En 1929 se graduó con honores en la American Academy of Dramatic Arts.
Moorehead pronto sufrió los mismos pesares que los millennials de hoy en día, pese a su amplia formación no encontraba trabajo estable. En una ocasión llegó a pasar cuatro días sin probar bocado, lo que en sus propias palabras le enseñó «el valor de un dólar». Al poco tiempo de empezar a trabajar en la radio se convirtió en una de las locutoras más demandadas.
Conoció a Orson Welles en el Mercury Theatre con quien trabó gran amistad participando en sus adaptaciones teatrales. Agnes era una estrella de las ondas en aquellos años y debutó en el cine de la mano de Welles en Ciudadano Kane (1941), una de las mejores películas de todos los tiempos.
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A partir de entonces su carrera no hizo más que despegar. Su contrato con la MGM le garantizaba 6.000 dólares por semana e incluía una cláusula inusual: poder compaginar los rodajes con su gran pasión, la radio. A lo largo de su carrera participó en una veintena de filmes y fue una de las locutoras de radionovelas más demandadas, a menudo se la presentaba como la ‘primera dama del suspenso’.
Fue una de las primeras pin-up en verle las orejas al lobo y en 1959 comenzó su carrera en televisión. Tras varios éxitos en la caja tonta americana en 1964 llegó el bombazo, la serie Embrujada (¿recordáis a Veronica Lake?). La serie, que continúa viéndose a día de hoy, le valió seis nominaciones a los Emmys aunque ella siempre hizo hincapié en sus anteriores méritos. «He estado en películas y en teatro de costa a costa, así que era bastante conocida antes de Embrujada, y no quiero ser identificada como una bruja», explicó Agnes Moorehead durante una entrevista.
En medio de esta vorágine de éxitos, a Agnes le dio tiempo a pasar por la vicaría en dos ocasiones, aunque murió sin descendencia. Dentro del mundillo era un secreto a voces que la intérprete era homosexual. “Bueno, todo el mundo sabe que Agnes era lesbiana, es decir, elegante como el infierno, pero una de las lesbianas de Hollywood de todos los tiempos”, señaló uno de sus compañeros en Embrujada.
También un periodista hizo público que, cuando la actriz se encontró a uno de sus maridos poniéndole los cuernos, Agnes Moorehead “le gritó que, si él podía tener otra mujer, ella también”. Finalmente, y según Brett Abrams, autor de Hollywood Bohemians: Transgressive Sexuality and the Selling of the Movieland Dream, nuestra pin-up reconoció abiertamente su sexualidad asegurando que otras muchas colegas “disfrutaron de relaciones lésbicas o bisexuales”.
Una muerte ‘radiante’
En 1956 Agnes participó en El Conquistador junto a John Wayne. El rodaje se llevó a cabo en Utah, concretamente en una zona de pruebas nucleares. Un año antes el gobierno estadounidense había hecho estallar dos bombas que dejaron la zona altamente afectada por la radiación, una de las explosiones fue de 32 kilotones mientras que la de Hiroshima fue de 16. De las 220 personas que trabajaron en la película, 91 desarrollaron algún tipo de cáncer en las décadas posteriores y 46 murieron por esta causa.
Una de los afectadas fue Agnes Moorehead, el 30 de abril de 1974 falleció en Minnesota a causa de un cáncer de útero. Agnes fue una de las primeras en sospechar que había una relación entre los casos de cáncer y los participantes en el filme, aunque en aquella época no estaban probados todos los efectos de la radiación en la salud.
La intérprete estuvo activa hasta los tres meses previos a su muerte y probó ser una erudita hasta el final, legó todas sus propiedades a las sociedades históricas y las universidades de la zona. Moorehead fue una adelantada a su tiempo y una prueba más de que belleza, inteligencia y talento no están reñidos.