La necesidad y la seguridad no son buenas aliadas en temas referentes al sexo. En las prácticas del onanismo hay que tener mucho cuidado con probar cosas nuevas sobre todo si te pones a experimentar con objetos que tienes por casa.
Desde El Sexo Mandamiento ya planteamos las posibles lesiones derivadas del sexo. Sin embargo, esas lesiones eran causadas por falta de práctica en su mayoría o por forzar el organismo.
El tema de hoy es otro. La imposibilidad de tener sexo o querer masturbarse de una forma original nos ha llevado a cometer auténticas barbaridades que solo tienen una explicación: la necesidad.
En el caso de los hombres es común el uso de un lubricante para aumentar la sensibilidad en el momento de la masturbación. Pero no todos los días tiene uno lubricante específico para relaciones sexuales en casa. El uso de cremas es muy socorrido en estos casos y es un buen sustituto aunque hay que tener cuidado con sus componentes.
Por poner un ejemplo, muchas cremas llevan una base de alcohol, la cual puede irritarte el miembro o provocarte abrasiones dolorosas. Pasa lo mismo con muchos jabones, así que mucho cuidado con esto.
El sector femenino también dispara su ‘originalidad con carácter peligroso’ en casos de masturbación. Introducir objetos en la vagina que simulan la forma de un pene suele ser habitual para las mujeres que quieren algo más que tocarse ellas mismas.
Estas malas ideas las llevan a introducir en la vagina maderos que después se astillan provocando cortes y heridas. Lo que habrán visto los médicos de urgencias… La clave es utilizar antes que nada la cabeza y valorar posibles dolencias posteriores.
Existe una leyenda urbana de personas que utilizan botellas de vidrio que después se rompen o hacen vacío en el interior del organismo… Esperemos que sigan siendo leyendas urbanas y que a nadie se le ocurra llevar a cabo una odisea así.
Fabricar herramientas también puede ser peligroso por lo que es mejor que te guardes tus dotes de inventor para construir una estantería para las especias y no para fabricarte una vagina artificial o un vibrador de ‘andar por casa’. Un ejemplo sería el siguiente vídeo que nos muestra cómo hacer una vagina con dos esponjas y un guante de látex. En vuestra mano queda coger ideas o no. Nosotros no nos hacemos responsables, pero te aconsejamos que no os paséis de inventores.
Foto de portada: difundir.org.