Más del 90 % de los condones que se fabrican actualmente contienen látex. La sombra del condón es alargada y se han encontrado evidencias de los primeros y primitivos preservativos masculinos hasta en el Antiguo Egipto. La literatura también alude a estas formas antiguas de prevención sexual, como es el caso de Ildefonso Falcones en La catedral del mar, donde menciona unos rústicos condones empleados hace siglos.
Sin embargo, el primer condón moderno no se creó hasta 1839 a manos de Charles Goodyear, quien había aprendido a manejar el caucho que se usaría en sus neumáticos y preservativos. Los poco usuarios de los profilácticos no tenían que preocuparse por las alergias, ya que el látex no se introdujo hasta los años 20.
Pese a que este material ha conseguido que los condones sean más finos, duraderos y seguros puede suponer graves molestias para aquellos que sean alérgicos. Hubo que esperar hasta los 90 para encontrar las primeras gomas libres de esta sustancia. Ahora bien, ¿de que está hechos los condones sin látex? Hay muchos materiales y cada uno tiene sus particularidades.
Condones sin látex y de poliuretano
Este tipo de condones además de no presentar alergias son un 30 % más delgados y un 50 % más resistentes que aquellos que contienen látex (son menos elásticos, pero más duros), también se pueden utilizar con cualquier tipo de lubricante y tienen un olor casi imperceptible. En el lado negativo estos condones no garantizan una total protección ante infecciones de transmisión sexual ya que su eficacia en este sentido se sigue testando actualmente.
Condones de piel de cordero
Sí, has leído bien, condones de piel de cordero. Es uno de los materiales más antiguos empleados para este fin y los que lo han utilizado aseguran no percibirlo ya que el intestino que se utiliza para su fabricación es muy fino. Evitan los embarazos, pero su porosidad no protege a los usuarios de las enfermedades. Además, su coste es elevado y tienen un olor… curioso.
Condones de poliisopreno o nitrilio
Son dos tipos de materiales distintos, el nitrilio lleva más tiempo en el mercado y el poliisopreno es el más nuevo de esta lista, ya que apenas lleva diez años en circulación. Entre las ventajas de ambos encontramos que son tan fuertes y seguros como el látex y protegen ante posibles embarazos y el contagio de infecciones. El preservativo de poliisopreno no es tan fino como el de poliuretano pero sí más elástico y fiable.
Ser alérgico al látex no supone mayor problema en la cama que la duda de que tipo de condón escoger, sin embargo, no es tan sencillo para el bolsillo del comprador, ya que suelen ser significativamente más caros que los condones comunes. Pese a este factor no hay que olvidar nunca que los profilácticos son la única barrera contra las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos, por lo que merece la pena invertir en ellos. Póntelo, pónselo.