Entre las décadas de los 60 y 80 el rock vivió su época dorada. Un carrusel, de sexo, drogas y buena música eran el eje central de esta forma de vida. De cara a la luz pública, los músicos, podían parecer modélicos. Sin embargo, en camerinos la cosa se ponía interesante. Hoy queremos contar la historia de una de las musas más importantes de la historia del rock. Su rostro inspiró temas icónicos, y pasó de ser Pattie Boyd a Layla.
Pattie Boyd (Somerset, Inglaterra, 17 de Marzo de 1944) era hija de trabajadores. Su madre, de familia acomodada, y su padre pasaron la mayor parte de la infancia de la chica en Kenia, hasta que un accidente los hizo regresar a su Inglaterra natal. A la edad de 17 años comenzó su andadura en el mundo del modelaje. Sus rasgos y su estilo marcado y personal hicieron el resto. Pronto comenzó a hacerse un hueco importante en pasarelas y estudios de fotos, incluso empezó una pequeña andadura como actriz con papeles cortos.
Precisamente durante el rodaje de la película de The Beatles titulada «A Hard day’s night» Fue donde Pattie encontró el amor. George Harrison, a priori el beatle más reservado, fue el que fijó sus ojos en Pattie Boyd. El músico rápidamente se declaró a la modelo, pero había un problema. Ella mantenía una relación sentimental con el fotógrafo Eric Swayne.
Pero triunfó el amor. Pattie rompió su relación con Swayne y comenzó su idilio con Harrison. Finalmente llegaron al altar en 1966. Estos años fueron muy prolíficos para The Beatles y para ella. Fue la inspiración para canciones como «Something», en la que George expone todo el amor que sentía por Boyd. Pero no todo era color de rosa. El abuso de las drogas y las continuas infidelidades del Beatle hicieron que esata relación se resintiera y quedara prácticamente rota.
En medio de toda esta vorágine, había alguien que había estado esperando a Pattie durante muchos años. Alguien que se había fijado en ella y le había escrito versos desde el anonimato. Uno de los mejores amigos de George Harrison: Eric Clapton.
El afamado guitarrista había caído rendido a los encantos de Pattie Boyd hacía mucho tiempo, pero nunca tuvo el valor suficiente para declararse. Fue en una colaboración junto a George Harrison que Clapton comenzó a caer prendado por Boyd. Y la hizo su princesa, la convirtió en Layla.
«Layla» Fue un punto y seguido en la carrera de Eric Clapton, hoy en día considerada una de las mejores canciones de amor del Rock and Roll de la historia. Basada en la fascinación por Pattie Boyd, pero sobre todo en su amor no correspondido, «Layla» es sin duda una declaración. El nombre fue cogido por el músico de una historia de amor del poeta persa Nezami. Este cuento relata la historia la princesa Layla, que es obligada a casarse con un hombre al que ella no quiere, ignorando al joven que muere de amor por ella y que finalmente se vuelve loco.
Durante la grabación Pattie y Clapton se veían en secreto. Este, una vez estuvo lista la canción se la enseñó a Boyd. Años después ella comenta que cuando escuchó la letra pensó que todo el mundo iba a saber que era ella. Finalmente, rompe su matrimonio con George Harrison y dos años después, en 1979 se casa con Clapton.
Esto no es un cuento de hadas, esto es rock and roll. Y no, no salió bien. Clapton, al igual que Harrison era adicto a las drogas, aunque las dejó por Boyd, más tarde cayó en un alcoholismo exacerbado. Amén de la infinidad de infidelidades que cometió durante la relación con la pobre Pattie. De hecho las adicciones y una joven modelo fueron los que alejaron a Eric Clapton de su lado. Pero ella siempre será Layla.
Pattie fue y es una de las grandes musas de la música, aunque ha pagado caro por ello. Corazón indomable y belleza sin igual, sus historias sonarán para siempre es las radios de los más nostálgicos. Su nombre siempre irá ligado a los acordes de una guitarra.