El primer coito (I): dolor y consejos

Si hubiéramos escrito este artículo hace unos años, lo hubiéramos titulado: MI PRIMER COITO CHISPAS, en homenaje al popular anuncio de televisión de la colonia CHISPAS. Pero este juego de palabras solo lo pueden entender aquellos que estudiaron EGB en los 80 y por desgracia hoy se ha convertido en un anacronismo, lástima.  Sigamos. El primer coito.

Nota para los millennials, el sencillo estribillo del anuncio, ♫ mi primera colonia Chispas ♫,  acabó marcando una generación, buscad si no lo creéis.

Mi primer coito; mi primera colonia.

Si hubiéramos escrito este artículo hace unos años, lo hubiéramos titulado: PERDER LA VIRGINIDAD, pero por suerte, este término se ha convertido también en un anacronismo, ya que sabemos que Dios no creó el himen a modo de cinta de inauguración, ni que las mujeres se deban descorchar como se fueran una botella de champan por abrir. ¿Qué? ¿Cómo decís? Vaya, parece que aún hay personas que creen que el himen se rompe montando a caballo o teniendo la primera penetración… bueno, no pasa nada, en un ratito os lo explicamos.

Ahora que ya que nos hemos puesto de acuerdo con el título del artículo, vamos a seguir hablando de anacronismos sexuales,  porque todo lo que hemos oído sobre el primer coito son falsos mitos basados en malas prácticas y todo debido a una gran falta de información afectiva sexual.

Nos vamos a centrar sobre todo en la vagina, pero no os penséis que es un artículo solo para mujeres, esta información interesa a todos los sexos e identidades de género. Seas virgen, experimentad@, adolescente, adult@, sénior, progenitor o pareja DINK… puede ayudar a muchas personas a mejorar la calidad de sus relaciones sexuales.

La primera penetración duele. Cosas del primer coito

Sabemos que para la mayoría de las mujeres esta afirmación es cierta, y seguramente las adolescentes se expliquen las unas a las otras que las primeras relaciones han dejado mucho que desear. Este boca-oreja puede predisponer a muchas a llegar al primer coito con miedo, a tensarse delante de la perspectiva de sentir dolor, e incluso a aceptar sumisamente el dolor como algo irremediable…

Cómo combatir el dolor en el primer coito

Y es cierto que realmente parece inevitable que exista tensión y dolor, porque a menudo el primer coito se practica de manera inadecuada. Por mucho cuidado que se tenga con el lingam, la penetración suele durar hasta que el hombre eyacula y llega al orgasmo, y las mujeres aguantan porque consideran que es parte inevitable del proceso, algo así como un rito de paso, o un “qué les vamos a hacer”…  pues ya respondemos nosotras, se pueden hacer muchas cosas.

Cómo acabar con el dolor en los primeros coitos

En las primeras relaciones, la vagina aún no está preparada para una penetración de mucho rato y muy profunda, o rápida y brusca. Es una zona muy sensible, que nunca ha recibido un estímulo como ese y del diámetro de un pene, o que incuso no ha recibido nunca ningún tipo de estímulo directo, vendría a ser como meter el dedo en el ojo… a nadie le gusta.

Las paredes vaginales deben preparase poco a poco, igual que cualquier otro músculo, ganar control, fuerza y elasticidad, para llegar a un nivel de contracciones y dilataciones satisfactorias y adecuadas. Además, el cerebro necesita un tiempo y un estímulo gradual para adaptarse a la nueva experiencia sensorial y crear nuevas rutas neuronales que reconozcan y amplifiquen el placer (¿Os acordáis de la neuroplasticidad? Lo hablamos en el artículo de Acabemos con el mito del tamaño).

Continuará… Autora: Isabel Moreno Martínez, @sexeparaules.

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