La vida sexual masculina no es un camino de rosas

La vida sexual masculina, en ámbitos positivos, no es ningún secreto. Siempre quieren dejar claro lo “machos” que son y su capacidad de satisfacer a cualquier ser viviente. Que si uno nace sin saber follar, nunca será lo suficiente hombre. Solo cuentan las experiencias buenas, de las cuales esperan recibir elogios.

Aunque hay que tener en cuenta que cuando se generaliza, siempre se perjudica a alguien, y ese alguien es la excepción que confirma la regla. No todos tienen vergüenza de hablar de las malas experiencias ni miedo a que les critiquen. Es por eso que se escribe este artículo, para aleccionar a aquellos “descarriados” y normalizar algo tan bonito como es hablar de sexo en todos sus aspectos. 

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El sexo en la vida real no es como en las películas, pueden surgir contratiempos|Fuente: infobae.com

Seguro que todas las personas han tenido una mala experiencia en la relaciones sexuales, es algo normal. Tanto mujeres como hombres. El género masculino, sin discriminar al femenino, está sometido a una serie de presiones propias del patriarcado. ¿No ha tenido relaciones sexuales? Es maricón ¿Es eyaculador precoz? No sabe follar ¿No se le levanta? Vuelve a ser maricón. Es por eso que los hombres, sobre todo los adolescentes, tienden a omitir o incluso mentir sobre su vida sexual en su círculo social. Tienen miedo al rechazo por no seguir los estereotipos sociales. Pero ¿por qué tienen vergüenza?

Para entender esto, es mejor retroceder unos cuantos años, exactamente a los años sesenta. En esa época existía en el imaginario colectivo la idea de que cuando un padre se enteraba de que su hijo no tenía relaciones, directamente le llevaba a un puticlub para demostrar su hombría frente a una mujer, obviamente no eran el 100% de los casos. Otra opción era simplemente aludir (una vez más) al término maricón. Una fuente cercana afirmó que cuando le contó a su padre que nunca había besado a una chica a la edad de 19 años, este le dijo a su mujer: «¿A ver si tu hijo ha salido marica?».

Por suerte, la humanidad ha evolucionado y ya no se llega a estos extremos. Pero el objetivo es siempre el mismo, demostrar esa fuerza sobre la mujer.

Después de más de cuatro décadas, aunque no es igual que antaño, esas presiones siguen ahí. Esa necesidad de demostrar su lugar en la sociedad como hombres heterosexuales. 

Y ¿qué pasa cuando educamos a las futuras generaciones con este pensamiento? La respuesta es muy sencilla, terminan arraigando esas creencias. Y cuando les ocurre algo fuera de lo común en el sexo piensan que han fallado como hombres. ¡Pero no! Las malas experiencias son muy comunes, no pueden esperar que todo sea un camino de rosas.

La mayoría de los adolescentes omiten sus malas experiencias en el sexo |gq.com.mx

Tienen que dejar de hablar de las mujeres con las que nunca se acostarían, del cuerpo de sus parejas o de las anécdotas graciosas durante el sexo. Porque además de ser ofensivo para la personas a la que se refieren, no es nada instructivo. En vez de eso tendrían que hablar de las dudas y miedos más comunes que les surgen en el sexo como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y no sentirse normal en comparación con los demás. Básicamente aspectos que tienen relación con la satisfacción de la otra persona, y por no hablar de ese miedo irracional de aceptar que tienen un pene “pequeño”

Todos y cada uno de los hombres han pasado al menos por una de estas experiencias tan “traumáticas” que van a acabar con su hombría para siempre. Pero lo que no saben, es que están experimentando lo que es ser humano.

No siempre le va a apetecer al cuerpo tener relaciones y experimentar el famoso “gatillazo”. Según los expertos de Boston Medical Group uno de cada tres hombres asegura ser eyaculador precoz, los penes pequeños no importan, solo cómo los uses y, respecto a no sentirse normal como el resto de hombres, solo hay que decir… a la mierda la sociedad y sus estereotipos

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