No, amigas. No es mentira. Las mujeres somos más activas sexualmente a partir de los 50 años. Y sí, sé lo que estáis pensando. Es muy posible que nuestras madres practiquen más sexo y de mayor calidad que nosotras. ¡Qué fantasía!
Un estudio realizado por la plataforma de citas extramatrimoniales Gleeden, junto a la consultora de marketing Dive y la psicóloga clínica especializada en sexología, Laia Cadens, confirma que las mujeres entre los 51 y los 60 años tienen una excitación sexual mayor que las mujeres entre los 31 y los 40 años. El objetivo de este análisis es comprobar la percepción y experiencias en cuanto a la sexualidad y la evolución de esta entre las generaciones y se ha dado voz a 2.000 mujeres españolas.
La encuesta muestra que la conciencia sexual está más definida a partir de los 50 años. Al contrario de lo que comúnmente se cree, las mujeres con una franja de edad entre 51 y 60 años tienen un nivel más alto de excitación que las que están entre los 31 y los 40. Esta última franja, según explica Laia Cadens, “es la etapa en que las mujeres se consolidan profesionalmente, son madres y tienen muchas responsabilidades, lo que hace que las prioridades se recoloquen”. Además, destaca que las mujeres de 50 años tienen muchos más orgasmos que las de 30.
“La experiencia, el autoconocimiento, la búsqueda de intereses y motivaciones sexuales conducen a la mujer a un empoderamiento sexual y ello a encontrar caminos que potencien el placer y el orgasmo”.
Laia Cadens
El estudio, por otro lado, arroja que las mujeres nacidas en la década de los 70 del siglo pasado (que ahora rondan por los 50 años) se sienten con una mayor libertad para aceptar o rechazar un ofrecimiento sexual que las nacidas en la década de los 90. A su vez destacan que aunque las veinteañeras y treintañeras son las que mantienen un número más elevado de relaciones sexuales ( 14 veces al mes frente a las 9 de las mujeres más mayores), las mujeres en su madures son las que disfrutan de una mejor calidad del orgasmo. “Lo breve y bueno, dos veces mejor”.
La sexóloga afirma que la sexualidad de la mujer española está en un proceso de cambio en el que se han activado nuevas necesidades que dependen de los factores psicosociales y en el que, a su vez, se observa una mayor conciencia de la relevancia de la salud sexual. Aún así, la especialista remarca que queda camino que recorrer en cuanto a la visualización y la importancia de la sexualidad femenina.
Más deseo, menos acción
El estudio complementa sus resultados con la conclusión de que las mujeres españolas no estamos, generalmente, tan liberadas en el terreno sexual como se presupone. El 39% de las fantasías y deseos sexuales quedan reprimidos.
Aventurarse en tríos e intercambios de parejas, aunque parecen ser común, continua siendo un deseo reprimido a día de hoy: “La mujer española está en proceso y en progreso, pero aún se sitúa en un plano algo conservador de la vivencia sexual. Parece que tienen las ganas, pero todavía falta aproximarse a la ejecución que querría”, explica Cadens.
Con respecto al acto, la práctica más ejecutada es el coito. Las alternativas a estas, aunque múltiples, son muy poco practicadas en España. El 92% admite haber practicado sexo oral y solo un 1% menos haberse masturbado en solitario. Los juguetes sexuales, por su parte, poco a poco se van instalando en los hogares y muy pocas mujeres admiten haber practicado sexo anal o haber visionado porno en pareja.